Entre el 8 y el 10 de marzo se llevaron a cabo en Quito, Ecuador, las jornadas preparatorias del Primer Foro Social de las Américas, programado para finales de julio (25 al 30) en la misma ciudad.
Se dieron cita en Quito, además del Comité organizador del Ecuador y los coordinadores de otros países, significativas delegaciones del movimiento de los pueblos indígenas, campesinos y sobre todo jóvenes y mujeres quienes anticiparon muchos de los temas que habrán de discutirse en el Foro.
Tema central en estas jornadas fue, obviamente, el informe del Foro Social Mundial de este año, realizado en Mumbai (India). La percepción de las diferencias, de la diversidad cultural, por parte de los latinoamericanos que estuvieron allá, fue la nota más resonante. Y la reflexión sobre los límites y posibilidades del FSM. “De Mumbai a Quito, perspectivas del F:S:M:” se llamó el panel central dedicado a este tema.
Así mismo se trataron, como ha sido característico en el desenvolvimiento del FSM, los temas del medio ambiente, la paz, las perspectivas feministas, de libre orientación sexual y antirracistas. En la cúspide, lo que se llamó, de manera convencional, “Derechos de los pueblos indígenas” pero que supo avanzar en discusiones más profundas sobre el sentido de su lucha, sobre la cuestión de la identidad y sobre su ubicación en el plano de la lucha política. -El poder, el Estado, en relación con las acciones y aspiraciones de otros movimientos sociales- Se anuncia desde ya como uno de los acontecimientos más importantes del próximo Foro Social de las Américas, la Cumbre Continental de los Pueblos Indígenas que allí se realizará.
La juventud, incluyendo la indígena y afrodescendiente, encontró también un lugar para disputar definiciones, redefiniciones y tareas. Irreverentes, pusieron en duda hasta los logros de los que se enorgullecen los movimientos sociales dirigidos por los “adultos”. Bajo la consigna de preparar, como en anteriores oportunidades, un “Campamento de la Juventud” se preguntaron, en diferentes formas, sobre lo que sería una agenda propia.
En la tarde del martes 9 se realizó un taller, organizado por el periódico Tintají, para explorar las posibilidades de constituir en Ecuador una Asociación de medios de comunicación y productores/comunicadores independientes. Aunque la convocatoria, exitosa por lo demás, iba dirigida a los medios alternativos y populares del Ecuador, asistimos además en calidad de observadores, algunos de Cuba, Venezuela y Colombia (“Desde abajo”/ “Le Monde Diplomatique”). No sólo se habló de alguna modalidad gremial que a su vez impulsara tareas de formación y capacitación sino de la posibilidad de constituir una verdadera red alternativa que pudiese entrar a disputar el espacio comunicativo y periodístico con los grandes medios. Se avanza bastante, al parecer, entre nuestros colegas del Ecuador.
De igual manera, tuvo un espacio, la lucha contra el llamado libre comercio y las propuestas del ALCA y los tratados bilaterales. Se adoptó, sin lugar a dudas, como primer punto de cualquier agenda de lucha social, en particular para los pueblos de los países andinos. La guerra y la política exterior de los Estados Unidos fue objeto de discusión, estimulada ésta por las proposiciones, siempre beligerantes, del profesor estadounidense James Petras, invitado especial.
Las jornadas de Quito, en síntesis, fueron más que una preparación. Iniciaron el necesario debate sobre los límites y posibilidades del FSM que, en cuanto evento, deberá realizarse de nuevo en Brasil a principios del próximo año, pero que, en cuanto proceso y proyecto político social, merece desde ahora reflexiones y cuestionamientos.
Los pueblos andinos han echado a andar
Una gran oportunidad… histórica, aunque parezca grandilocuente decirlo así. Se ha abierto la oportunidad de coordinar el movimiento social, popular, de los países andinos, en este caso contra la inminente firma de tratados comerciales bilaterales con los Estados Unidos.
En el marco de las Jornadas preparatorias del Foro Social de las Américas que se llevaron a cabo entre el 8 y el 10 de marzo en Quito, se realizó un Encuentro-Taller Abierto, de las organizaciones sociales de los países andinos cuyo objetivo central era hacer el balance de los avances en el desarrollo de las propuestas de coordinación andina para la lucha contra los TLC. Propuestas, o mejor, compromisos, que se habían establecido en una reunión anterior en Lima, de carácter similar pero cerrada, a mediados de febrero, en Lima. Los compromisos fueron ratificados en este Taller, en especial, dos tareas inmediatas, una movilización popular para el 15 de abril y la realización de un gran Encuentro Andino en Bogotá, los días 28 y 29 de abril.
Asistieron, entre otras organizaciones, las siguientes: de Colombia, la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, La Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC, la Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria, ANSA, la Red Colombiana de Acción frente al Libre Comercio y el ALCA, Recalca y el Comité Colombia de Lucha contra el ALCA. De Ecuador participaron la Confederación Ecuatoriana de Sindicatos Libres ,Ceols, el Cedoc-CUT, la Confederación de nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE, Fenocim y los integrantes de la campaña ecuatoriana contra el ALCA, que incluyen diversas ONG. De Perú se hizo presente la campaña peruana contra el ALCA y de Bolivia organizaciones de jóvenes e indígenas. De Venezuela habían anunciado su participación pero se excusaron por dificultades de último momento. Asistieron también numerosos dirigentes populares ecuatorianos y público en general. El Encuentro-Taller fue presidido por Leonidas Iza de la CONAIE.
Además de las tareas ya mencionadas, se acordó promover, y dar la más amplia difusión al “Llamamiento desde los Andes” que había sido elaborado en la reunión de Lima. Así mismo, apoyar la propuesta del Consejo Laboral Andino de colocar la lucha contra los tratados bilaterales y el ALCA como centro de las movilizaciones del primero de mayo. Se invitó a las diferentes redes sectoriales de campesinos, mujeres, sindicales, organizaciones no gubernamentales, movimientos de derechos humanos, ambientalistas etc. a que garanticen por su parte el proceso de coordinación andina. También se aprobó hacer mayores esfuerzos para la vinculación de las organizaciones populares venezolanas, así como persistir en el trabajo unitario superando las diferencias que puedan existir entre los sectores populares en cada uno de los diferentes países.
La tarea inmediata es la movilización popular del 15 de abril. Cabe aclarar sin embargo que esta no es todavía una propuesta que hubiese salido de la coordinación. En realidad ya se había decidido en Ecuador, por parte de las organizaciones indígenas y campesinas, desde antes de la reunión de Lima donde fue apoyada por las delegaciones de Bolivia y Colombia quienes se comprometieron a impulsarla en sus países. En cambio, se espera que en el Encuentro Andino de Bogotá se apruebe, ahí sí, una gran movilización coordinada y sincronizada. La inminencia del inicio de las negociaciones de tratados bilaterales lo hacen urgente e inaplazable.
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