El modelo capitalista sufre una crisis profunda desde el 2007-2008, cuando el pánico financiero se espació por todo el mundo. Una década después, el modelo no logra reponerse y al parecer se avecina una nueva crisis aún más profunda.
“En un sistema de producción en el cual todo el complejo edificio del proceso de reproducción social se basa en el crédito, si este se interrumpe de forma repentina y sólo tienen curso los pagos en efectivo, es evidente que debe producirse una crisis, una corrida en procura de medios pagos. En consecuencia, a primera vista, toda la crisis se presenta como una simple crisis de crédito y dinero”.
Carlos Marx.
La experiencia del pánico financiero es propia del capitalismo. En el siglo XIX se vivieron varias situaciones de ese tipo y Marx en el tercer tomo de El Capital se ocupó de dilucidar la lógica intrínseca de ese acontecimiento histórico que ninguna sociedad humana había vivido. Ese hecho es fundamental para captar la especificidad del modo de producción capitalista, y también para reconocer sus limitacionesm así como para poder pensar y obrar más allá de ese modo de producción.
Hoy existe un consenso entre los economistas sobre la pauta que caracteriza la crisis financiera: se detiene la economía porque ningún banco presta y el dinero se esfuma. Al así ocurrir se espera que el Estado salga a rescatar los bancos para poder garantizar de nuevo el funcionamiento del crédito y la inversión.
Ejemplo de una crisis financiera
La caída del banco Lehman Brothers, acaecida el 15 de septiembre de 2008, fue uno de los puntos culminantes de la crisis financiera que desencadenó el desinfle de la burbuja inmobiliaria en el año 2007. Richard Fuld, el presidente ejecutivo de ese banco, un año después de la desaparición súbita de esa institución centenaria, declaraba en una comparecencia en la Cámara de Representantes que no entendía porque las máximas autoridades de las finanzas norteamericanas (la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro) no habían salvado el banco, y dijo que esa certeza íntima lo acompañaría: “[…] hasta el día en que me entierren”.
Las vicisitudes del proceso que culminó con la desaparición del banco se pueden seguir en el libro del secretario del Tesoro Henry M Paulson Jr. El título es un acierto: “On The Brink” (*). Efectivamente, la experiencia vivida por esos actores de la crisis fue la de estar frente el abismo. El libro escrito al modo de un diario, cuenta la angustia padecida ante la posibilidad de la desaparición de la red de instituciones financieras globales que mantienen el capitalismo en esta fase de su existencia. Y la caída de Lehman fue el detonante que los puso frente a esa posibilidad. Hoy, una década después, la élite dirigente del capitalismo global no ha podido superar los efectos de ese dramático acontecimiento y lo que se vislumbra en el horizonte inmediato es la posibilidad de otra crisis.
¿Se acerca una crisis de tipo política global?
Lo interesante del proceso en desarrollo es que el catalizador de esta nueva crisis es de tipo político. El presidente de los Estados Unidos para el periodo 2016-2020 Donald Trump, durante lo que lleva de su ejercicio ha quebrantado los consensos mínimos que las élites globales venían tratando de consolidar, después del pánico del 2007 y 2008. Este personaje logra la Presidencia de los Estados Unidos aprovechando el resentimiento y la impotencia de los norteamericanos afectados por esa crisis, pero también porque al final quienes se beneficiaron de los esfuerzos de la sociedad para superar la crisis fueron los mismos que la desencadenaron.
Trump centró su discurso de campaña en la crítica a Wall Street y a los políticos de Washington. Esa crítica fue perfectamente asimilada por la mayoría del electorado norteamericano. Lo que no se asimiló fue la autenticidad del personaje que levantaba la crítica. Ahora la sociedad norteamericana tiene al frente del Estado a alguien que recuerda a Luis Napoleón Bonaparte, el personaje que surgió de la crisis capitalista de 1848 y a Hitler, el personaje que surgió de la crisis de la década del 30 del siglo XX y que condujo a la humanidad a la carnicería de la Segunda Guerra Mundial.
Ahora (agosto de 2018), la élite norteamericana desesperada con el personaje trata de llevarlo a juicio. Ante esa posibilidad, Trump advirtió que su destitución podría ser el detonante de la nueva crisis. En una entrevista con Fox New dijo: “Si se me sometiera a un proceso de destitución, los mercados financieros se hundirían”.
Estamos, por tanto, frente a una coyuntura político-económica sin antecedentes en el capitalismo contemporáneo. La solución que se encuentre para salir de la crisis que se avecina podría ser el comienzo de la construcción de un modo de producción más allá del capitalismo o, de nuevo, una solución que prolongue el funcionamiento del agónico modo de producción capitalista.
* Paulsons H. On the Brink. Business Plus, NeW York, 2010.
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