El presidente Petro fue elegido por una ciudadanía hastiada del estado de cosas en la Sociedad Colombiana. Toda la votación del año 2022 (incluida la del candidato perdedor) valoró la necesidad del cambio como lo urgente. Esto ha permitido subrayar el carácter básicamente continuista de todos los gobiernos precedentes. Sólo en esta elección aparece el imperativo del cambio como cuestión de la sociedad en su conjunto. Asumido ese hecho, un asunto específico a considerar es el relativo al papel de la juventud en esa tarea política, económica y cultural.
Un primer aspecto a tener en cuenta es de tipo demográfico. Los demógrafos que han estudiado el caso colombiano consideran que todavía existe lo que algunos llaman el bono demográfico y otros el bono generacional. Existe ese bono cuando la población activa es mayoritariamente joven (entre 18 y 35 años). Ese grupo poblacional con sus diferenciaciones biográficas, es el protagonista central de las actividades que la sociedad adelantará en el futuro inmediato y mediato. Si la sociedad está abocada a cambios estructurales, ese núcleo se constituye en uno de los protagonistas decisivos.
Un problema no de fácil solución, es lograr la cooperación entre la juventud y las personas adultas. En ese sentido es crucial lo relativo al tipo de autoridad. Si ésta es unilateral, no es posible ningún acuerdo intergeneracional. Si la autoridad es recíproca la cooperación puede fluir. Pero en la historia de la humanidad, hasta ahora, los adultos no le reconocen ningún tipo de autoridad a la experiencia durante la juventud. Demagógicamente la sabiduría convencional dice que la juventud es el futuro. Pero cuando una persona abandona ese ciclo de la experiencia personal, afirma que las experiencias de juventud son para recordar pero no para reivindicar.
Segundo aspecto. Esa cooperación se ve interferida o promovida por realidades históricas como la guerra o la experiencia política de una nueva Constitución o la proclama de la necesidad de una Revolución. En Colombia, la experiencia que cristalizó en la Constitución de 1991 se asume como un aporte a nuestra tradición política. El Presidente en ejercicio durante esa experiencia, Cesar Gaviria (1990-1994), le dio a su plan de desarrollo el nombre de Revolución Pacífica. Álvaro Uribe presidente durante dos periodos (2002-2010) también lo hizo con su programa de la Revolución Educativa. En ninguno de los dos casos se logró la cooperación entre jóvenes y adultos. Hoy en Colombia existe un protagonismo cívico de la juventud que cristalizó durante los años 2020-2021. Quienes lo ejercieron se reconocieron como Jóvenes de la Primera Línea, con su familia y sus comunidades. Esa experiencia inédita mostró una efectiva cooperación entre dos generaciones.
Por último. El actual gobierno (2022-2026) acaba de presentar al Congreso un proyecto de ley estaturia que define la educación como un derecho fundamental. Se establece así el derecho a una formación universitaria. Pero la Universidad como existe hoy está en crisis. El tránsito de una institución de élite a una que forme a todos los jóvenes en artes, ciencias, profesiones y tecnoartesanias y tecnoficios. es un reto sin antecedentes en la sociedad humana. Esa transformación debe realizar el vínculo entre reforma y revolución. El horizonte histórico-cultural de esta revolución tiene un activo conceptual en la teoría de las Revoluciones Científicas elaborada por el historiador de las ciencias Thomas S. Kuhn. Esta conceptualización expuesta en 1962 forma parte del sentido común de cualquier universitario adulto o joven.
Concluyendo. La reforma de la Universidad es una de las tradiciones culturales latinoamericanas. Recordemos la reforma de Córdoba en Argentina que fue catalizadora de la participación cultural y política de los jóvenes latinoamericanos en la segunda década del siglo XX. Se trata de retomar esa tradición pero radicalizándola, estableciendo el nexo entre reforma y revolución. Esta obra para su realización requiere una genuina cooperación entre las personas jóvenes y las adultas. La experiencia de la Primera Línea es pues una condición fundamental para enriquecer el vínculo entre revolución y reforma permanente.

Suscríbase
https://libreria.desdeabajo.info/index.php?route=product/product&product_id=179&search=susc
Leave a Reply