La Tercera Guerra Mundial sigue dominando en Medio Oriente, y las relaciones de poder y los mapas de la región están experimentando un proceso de remodelación. Mientras todo esto ocurre, el hecho de que el PKK se disuelva y emprenda un proceso de cambio y transformación, al tiempo que se inicia un nuevo proceso de “paz” entre el Estado turco y los kurdos, nos enfrenta a numerosas posibilidades de escenarios futuros.
¿Qué está tratando de hacer el Estado Turco?
El régimen en Turquía, desde la década de 2010, ha emprendido un intento de convertirse en una dictadura y, al mismo tiempo, en un Estado imperialista, en cierta medida, ha logrado su objetivo. Sin embargo, su objetivo principal es controlar a los kurdos que viven en Siria, Irak e Irán, y así hacerse con el control de los recursos petrolíferos y de gas natural que se encuentran en esos territorios, especialmente en Mosul y Kirkuk. Para ello, es necesario introducir innovaciones en la estructura del Estado, aunque solo sea en apariencia, y esta es una de las razones por las que la «cuestión kurda» vuelve a estar en la agenda de Turquía. En términos sencillos, por un lado se intentará establecer una dictadura permanente mediante la eliminación de la oposición, mientras que, por otro, se intentará definir la estructura del Estado como multinacional, en consonancia con la perspectiva neo-otomana, mediante una nueva constitución. En consonancia con todo ello, el presidente Erdoğan y su entorno definen estos objetivos como «fortalecer el frente interno y acabar con el terrorismo».
Mientras Turquía diseña estas estrategias, la administración Trump está tratando de definir un nuevo eje en Medio Oriente que incluya, además del Gobierno de Erdoğan, a Saudí Arabia, los Emiratos Árabes , Qatar, Israel y HTŞ (Siria). Esta nueva coalición que Estados Unidos está tratando de organizar tiene como objetivo limitar la influencia de Irán, Rusia y China en la región, este enfoque también es coherente con las políticas generales del Estado turco.
¿Qué quieren Öcalan y el PKK?
En los últimos meses, el PKK ha puesto en marcha un proceso similar a la maniobra histórica que realizó en la década de 2000 tras el encarcelamiento de su líder Öcalan. El PKK y Öcalan han hecho varias declaraciones sobre el próximo período, entre las que destaca especialmente el texto enviado por Öcalan al 12.º Congreso del PKK1. Antes de pasar al análisis de estas declaraciones, debo subrayar que el movimiento kurdo tiene un lenguaje propio y, lo que es más importante, que en la lógica de este lenguaje, a veces lo que no se dice es más importante que lo que se dice.
Öcalan, en resumen, tiene los siguientes objetivos:
1- Aunque Öcalan no lo diga abiertamente, está haciendo esfuerzos para proteger y desarrollar el estatus alcanzado en Siria-Rojava y, además, para evitar que los kurdos sufran un genocidio similar al de los palestinos.
Turquía ha detenido sus ataques contra Rojava desde hace algún tiempo. No hay avances claros, pero la Administración Autónoma (AANES) dirigida por los kurdos mantiene conversaciones con HTS (Organismo de Liberación del Levante) y Turquía. Es probable que las preferencias de Estados Unidos en Siria desempeñen un papel decisivo en el próximo periodo. La administración Trump ya ha evacuado algunas bases militares en el noreste de Siria y está intentando legalizar la base de al-Tanf, en el sur, de acuerdo con la administración Jolani. Por su parte, los Altos del Golán han sido cedidos de facto a Israel por el nuevo Gobierno sirio.
2.- Crear un espacio para que él y el movimiento kurdo puedan hacer política en Turquía.
Aparte de los rumores sobre la creación de una nueva secretaría para Öcalan en la cárcel, el Estado turco no ha dado ningún paso positivo en ningún ámbito. Sin embargo, han reconocido oficialmente que se ha iniciado un proceso de negociación y han anunciado que crearán una comisión en el Parlamento para impulsarlo, pero aún no lo han llevado a cabo. Con una nueva ley, se liberó a unos 20.000 delincuentes comunes, pero ni siquiera se liberó a los presos políticos enfermos; sin embargo, el pueblo kurdo tenía grandes expectativas al respecto. Algunos presos políticos kurdos siguen en prisión debido a las restricciones arbitrarias del régimen, a pesar de haber cumplido sus condenas de 30 años2.
3.- El PKK considera que ha llegado al final de su vida útil, por lo que es necesario promover su transformación y cambio en torno a nuevos objetivos políticos, esta situación no debe interpretarse como una rendición.
Mientras el PKK desaparecía como organización, su órgano de publicación, Serxwebûn, que llevaba 44 años en activo, puso fin a su andadura editorial hace unos días con la publicación de su último número. El objetivo del proceso de cambio y transformación es que la estructura organizativa y el personal se adapten y cambien para ajustarse a la “lucha por una sociedad democrática”.
Sin embargo, los ataques del Estado turco contra el PKK en el sur de Kurdistán continúan. El PKK exige garantías legales de Turquía para deponer las armas, pero no se ha producido ningún avance en este sentido. El Gobierno de Erdoğan ha indicado que podría tomar algunas medidas en favor de la “paz” el próximo otoño, pero hay indicios de que se trata más bien de una maniobra dilatoria para ganar tiempo. Si en el futuro el PKK depusiera las armas con garantías legales, esto no significaría que el movimiento kurdo abandonara la lucha armada en los territorios de Siria, Irak e Irán.
El futuro del nuevo “proceso de paz” sigue siendo incierto. Se observa que el Estado turco está tratando de avanzar consolidando el anticuado Estado en torno a una nueva definición del nacionalismo turco y, al hacerlo, está tratando de eliminar o neutralizar al principal partido de la oposición, el CHP, al tiempo que intenta someter al pueblo kurdo a sus políticas autoritarias.
Las presiones contra el CHP están aumentando
A principios de junio se llevó a cabo la quinta oleada de operaciones policiales contra el CHP. Una vez más, numerosos alcaldes y políticos del CHP fueron encarcelados. Es importante ver qué hará el CHP ante las crecientes presiones. La dirección del CHP es consciente de que las manifestaciones de protesta que se celebran una vez a la semana son insuficientes. De hecho, el líder del CHP, Özgür Özel, afirmó que “si las presiones continúan, el pueblo no volverá a sus casas después de las manifestaciones, sino que permanecerá en las plazas”. Si el CHP no sufre una escisión en los próximos días, podría organizar más protestas para exigir elecciones anticipadas. Se espera que el 30 de junio concluya el proceso judicial contra la CHP, que podría llevar a su cierre. El veredicto del caso también determinará lo que hará o dejará de hacer la administración del CHP.
La dirección del CHP apoya al partido DEM en el nuevo “proceso de paz”, a pesar de la división nacionalista dentro del partido, y no lo abandona. Sin embargo, el aumento de las tensiones políticas en el futuro podría dañar esta relación. El deterioro de las relaciones positivas dentro de la oposición conducirá inevitablemente al país a un período más represivo que el actual y acabará con las esperanzas de paz.
1 Abdullah Öcalan’ın kongre perspektifinin tam metni – Mezopotamya Ajansı
2 ‘Tarafsızım’ demeyen 31 yıllık tutsağın tahliyesine engel – Mezopotamya Ajansı

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