El nuevo modelo de Inteligencia Artificial necesita mucho menos consumo energético, por lo que las compañías energéticas y las que gestionan centros de datos también han sufrido caídas en bolsa.
El lanzamiento de una nueva Inteligencia Artificial (IA) por parte de la startup china DeepSeek ha puesto patas arriba Wall Street y Silicon Valley. Las empresas tecnológicas que se dedican al desarrollo de IA o a la fabricación de los componentes necesarios se han hundido en bolsa quemando más de un billón de dólares de valor bursátil. Pero las empresas que compiten directamente en la carrera tecnológica no han sido las únicas en ver cómo las reglas del juego han cambiado de un día para otro.
El modelo de IA desarrollado por DeepSeek, que según la empresa se ha desarrollado en dos meses y con una inversión infinitamente menor que la que han abordado sus competidores, podría traducirse en una menor demanda de electricidad, tanto para su desarrollo como para el almacenamiento de los datos necesarios. Este hecho no ha pasado desapercibido para los mercados que se han lanzado a vender acciones de grandes empresas energéticas que también han caído en picado en las bolsas estadounidenses y europeas.
Las grandes empresas energéticas también han formado parte de la fiebre inversora de la IA de los dos últimos años. Estos productores de electricidad se frotaban las manos con la carrera por controlar el mercado en el que se habían enzarzado las grandes tecnológicas, ya que las previsiones de consumo energético se disparaban casi al mismo tiempo que lo hacían los anuncios de inversión y nuevos desarrollos que iban a necesitar nuevos aumentos en el consumo eléctrico. El desarrollo de nuevos centros de datos, un mercado en el que España se ha posicionado gracias a sus precios energéticos baratos, ha ido acompañado de incrementos en la valorización de las empresas proveedoras de energía.
La empresa Constellation Energy, cuyo valor se había doblado en un año por vender energía nuclear y de gas a los centros de datos del país, se hundió un 20%
Pero, de igual forma que ha pasado con empresas como Nvidia o Microsoft, el globo se desinfló durante la sesión bursátil de este lunes 27 de enero. Las empresas estadounidenses, donde se concentra la mayor parte de la industria, han sido las que más han notado las caídas. Sobre todo las que han subido mucho acompañando la fiebre de la IA. La empresa Constellation Energy, cuyo valor se había doblado en un año por vender energía nuclear y de gas a los centros de datos del país, se hundió un 20%. Otras empresas como Vistra se desplomó un 30% y Talen Energy Corp sobre el 20%.
Curiosamente, el batacazo más sonado no lo ha protagonizado una empresa estadounidense, sino una alemana: Siemens Energy AG. Aunque la caída de la multinacional añade otro factor al de la posible caída del consumo energético. A finales del pasado octubre, Siemens anunció la compra del proveedor de software industrial e IA Altair por 9.225 millones de euros para entrar de lleno en el mercado que ahora ha sufrido un desinfle. Siemens caía un 20% al cierre del mercado alemán este pasado lunes, dejándose más de 8.000 millones de euros.
En España, Florentino Pérez y la socimi Merlin Properties
En el ecosistema de empresas españolas, las energéticas no han sufrido mucho la aparición de DeepSeek. Pero sí que hay un factor directamente relacionado que ha puesto en jaque la estrategia de inversiones que acompañan al crecimiento de la IA: los centros de datos.
Las grandes empresas tecnológicas han mirado mucho a España para colocar sus centros de datos. Los bajos precios energéticos comparados con los países vecinos en Europa han puesto al país como diana de sus inversiones. Tan sólo en 2024, las grandes empresas de Silicon Valley como Amazon, Microsoft o Meta anunciaron inversiones millonarias para el desarrollo de centros de datos en territorio español, con algunas tan sonadas como la inversión de más de 15.700 millones de euros que Amazon ha prometido realizar en Aragón y que ha sido fuertemente criticado precisamente porque consumirán más energía que todos los hogares y empresas de la comunidad autónoma y multiplicará por cinco el consumo de agua, o el proyectado en Cáceres y que también ha recibido fuertes críticas por los mismos problemas de consumo de recursos.
La empresa de Florentino Pérez también ha sufrido la aparición de DeepSeek y ha caído un 4,5% en bolsa o, lo que es lo mismo, ha perdido cerca de 600 millones de euros de valor
A esa ola de inversiones provocada en parte por la fiebre de la IA, se han subido también las empresas constructoras y del sector inmobiliario españolas. En concreto dos de ellas que han sufrido las consecuencias en este lunes de crash bursátil. La primera es ACS. Hace tan sólo dos meses, la constructora firmó un jugoso contrato con Mark Zuckerberg para levantar su mayor campus de centros de datos con una inversión de 9.500 millones de euros, un mercado donde ACS había tomado ventaja y se había especializado. Pero la aparición de la IA china, que afecta directamente a los clientes de ACS, lo ha cambiado todo. La empresa de Florentino Pérez también ha sufrido la aparición de DeepSeek y ha caído un 4,5% en bolsa o, lo que es lo mismo, ha perdido cerca de 600 millones de euros de valor.
La otra empresa española que ha sufrido caídas relacionadas con la aparición de DeepSeek ha sido la socimi del Ibex 35, Merlin Properties. Durante años, la empresa donde trabaja Teresa Urquijo, esposa de Martínez Almeida, se ha especializado en compra y alquiler de oficinas. Pero ese mercado está de capa caída y Merlin se había metido de lleno en el negocio de los centros de datos. Los mercados tampoco se lo han perdonado y la socimi se deja un 4,68% al cierre del lunes, unos 280 millones de euros menos.
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