Morada Palabra: Donde la narración femenina encuentra su hogar
Fotomontaje de cuenteras que se presentarán en la narratón el 8 de marzo

En un mundo donde la voz de las mujeres ha sido silenciada, nace Morada Palabra, una colectiva que desafía las imposiciones patriarcales en la narración oral. Desde 2021, estas cuenteras han creado espacios seguros para contar historias sin miedo a ser juzgadas o discriminadas. Con festivales, investigaciones y puestas en escena, buscan redefinir el arte de la palabra y enaltecer la diversidad de voces femeninas. ¿Listx para escucharlas?

Morada Palabra es una colectiva de mujeres que se dedican a la narración oral. Nació en el año 2021 con el objetivo de generar espacios donde las mujeres puedan contar historias sin miedo a ser sesgadas y discriminadas. Les cerraron espacios por ser mujeres, además de jóvenes, sin trayectoria y con otras maneras de contar. «Tú no puedes contar de esta manera, así no se cuenta, lo que tú haces no es narración, es stand-up» dice Wendy Aldana, directora de la colectiva, sobre las imposiciones patriarcales en su gremio.

Recién creada Morada Palabra lanzaron un festival llamado BogoPalabra donde abrieron espacio a cuenteras y cuenteros de corta trayectoria donde compartieron escenario con personas más avanzadas en el tema. Espacio por el cual personas narradoras sin experiencia tuvieron una puerta para mostrar diversidad de voces enfocadas en enaltecer la palabra y la historia a través de la narración.

A la conversación se suma Camila Mayorquín, administradora de Morada Palabra, quien cuenta el origen de su nombre: «Una “morada” es crear un lugar de apoyo que juega en el sentido del color morado y todo lo femenino. Y “palabra” porque vivimos de la palabra y para cualquier arte de la oralidad es un momento importante». Un interés del grupo este año es realizar investigaciones sobre narración oral femenina colombiana ya que no existe bibliografía específica con este enfoque.

Camila Pérez, integrante del comité de comunicación, inició en la narración oral porque un día vió a una mujer narrar y se dijo: «bueno, yo también podría hacerlo». Después ingresó a la colectiva por la poca apertura al diálogo y a sus propuestas en espacios liderados por hombres. «Construir nuestros propios caminos y espacios es un acto de resistencia hacia esa situación», dice la narradora que hace adaptaciones de Oscar Wilde, en sus puestas en escena, por esas sensaciones mágicas que producen sus cuentos.

En la narración oral generalmente se presentan shows unipersonales, rara vez hay más de dos voces en una misma puesta en escena. En el caso de Morada Palabraellas no son las protagonistas, son sus historias y la palabra hablada. Además se le denomina funciones o puestas en escena de cuentería y no rutinas, estas últimas son más para presentaciones sobre comedia.

«No hemos hecho una puesta en escena colectiva a nivel de narrar un cuento dividido entre seis. Sí participamos en espacios cuya temática está enfocada en lo mismo, es lo que haremos este 8 de marzo» dijo Wendy Aldana, amante de historias dramáticas con enfoque en la memoria histórica y social, con influencias literarias como Virginia Wolf y Edgar Allan Poe.

Otra voz que se integra a la conversación es la de Shakira Vega, de la ciudad de Cúcuta, quien empezó en el mundo de la narración oral en el 2015 y cuyas influencias literarias provienen de Frida Kahlo y Sor Juana Inés de la Cruz, como también Charles Bukowski. Por varios comentarios y situaciones desagradables vividos en el gremio de la narración oral, provenientes de hombres, un día reflexionó: «oiga, de verdad, me tengo que cuidar más. Dejé de narrar un rato y volví a un espacio de mujeres más segura para propagar la palabra con sentido artístico, literario y no estar en una situación vulnerable», dijo la cuentera a la que le gusta narrar cuentos indígenas y clásicos que se han perdido con el paso del tiempo.

El auge femenino en la narración oral está creciendo. Una de sus exponentes es María Constanza Trujillo, cucuteña, ingeniera mecánica y narradora por vocación: «hemos llegado con algún narrador que está dando talleres, pero de algún modo a las mujeres siempre nos hacen sentir mal», contó la cuentera que tiene intereses en las historias tristes y melancólicas que tratan temas como el suicidio y las violencias: «son cuentos que pueden ser políticamente muy incorrectos hasta políticamente correctos. Narro cuentos, desde infantiles super lindos hasta cuentos de adultos super crudos», nos compartió la narradora que tiene influencia literaria de las poetas María Mercedes Carranza y Piedad Bonnett.

Son seis mujeres las que integran Morada Palabra, pero las cinco que entrevistó desdeabajo coinciden en que tienen las mismas influencias en cuanto a la narración oral femenina. Para ellas de Colombia son claves las siguientes cuenteras: Ana María Dávila, Carolina Rueda, Hanna Cuenca, Verónica Sandoval, Catherine Paredes, Michelle Gaspar, Sara Maya, Carolina del Valle y Liz Quiroga. De Argentina; Eli Popow, de México; Libia Zaragoza, con cuentos musicales para niños espectaculares, y por Chile Elle Arraigada, que tiene una manera de contar muy poética. 

La colectiva Morada Palabra tendrá este 7 de marzo el foro «La trascendencia e impacto de la narración oral femenina en Colombia». El 8 de marzo compartirán un taller de narración oral femenina (no se necesita ser narradora para participar), y en la noche de ese mismo día será la «Narratón: cuentería femenina» con las narradoras: Patricia Casas, Yara Cruz, Shakira Vega, Camila Pérez, Gina Buitrago, Camila Mayorquín y Wendy Aldana. Actividades de libre entrada, Vea toda la programación aquí.

En la narratón cada mujer tendrá tres minutos para su puesta en escena.Wendy Aldana contará la historia de Recuerdo y Olvido, un juego de palabras en el que se personifican estos dos personajes y se dan a conocer las consecuencias que trae cuando se aferra más a estas palabras y sus connotaciones que a la propia existencia. Camila Mayorquín contará la historia de una abuelita antioqueña y su historia de amor que resultó mal porque «nunca nadie nos cuenta qué pasa después del feliz para siempre», dijo la cuentera.

Por su parte Shakira Vega contará una historia, desde la adolescencia hasta la muerte, de una mujer y las cosas inesperadas que le pasan por ser mujer. Camila Pérez, inspirada en el teatro de lo absurdo, contará la historia de una mujer cuestionada por su familia por no tener novio o por casarse. Un día llegará con su prometido y el final será ilógico, absurdo y algo chistoso.

Morada Palabra se autogestiona con eventos, presentándose a diferentes fondos, organizaciones de mujeres y a instituciones culturales gubernamentales. Aún así, en palabras de Camila Mayorquín, no sienten que la narración oral esté recogida en el Plan Nacional de Cultura 2024-2038: «nos recogen a todxs en la oralidad y creo que falta estudio de lo que significa la oralidad y la diferencia de los tipos de oralidad. No nos pueden poner a competir con grupos que hacen teatro o poesía. Por ejemplo, nosotrxs tenemos condiciones distintas a las del teatro y no nos pueden poner a competir con grupos consolidados en otra área».


La invitación es para este 7 y 8 de marzo, para que escuche a estas mujeres que por medio de la palabra narrada en viva voz y cargada de historias ficticias, reales o una mezcla de las dos, se deje llevar en una lenta inmersión en la que podrá imaginar cada escena y personajes, junto con la voz que irá contando la historia. ¿Listx para escucharlas?

Mira la programación aquí.

Información adicional

País: Colombia
Región: Suramérica
Fuente: desdeabajo

Leave a Reply

Your email address will not be published.