13 senadores (ras) del Partido de la U, 11 del Partido Liberal, 9 del Partido Alianza Verde, 5 del Polo Democrático, 5 del Partido Farc, 2 de Coalición Decentes, 1 de Cambio Radical, 1 Colombia Humana y 1 Partido Mais firmaron en la sesión plenaria no presencial del miércoles 6 de mayo de 2020 la Propuesta Económica: “El Estado como garante de la vida digna de la población y del sostenimiento de la economía”, con la expectativa de alcanzar un acuerdo nacional que permita a las dos ramas del poder trabajar de la mano para superar las amenazas y el daño que trae a la nación la pandemia covid-19.
“La propuesta en su totalidad permite beneficiar a cerca de 34,5 millones de personas, es decir al 71 por ciento de la población colombiana, por un periodo de tres meses. Tendría un costo total de 40.5 billones de pesos, lo que corresponde al 4% del PIB […} el ingreso que se propone para estas poblaciones unificaría, reemplazaría e incrementaría la cuantía y la cobertura de las transferencias monetarias existentes: Familias en Acción, Jóvenes en Acción, Colombia Mayor y el recién creado Ingreso Solidario”, anotaron los firmantes en el documento presentado en la sesión plenaria ya relacionada.
Además, los congresistas firmantes de la proposición señalaron que: “Esta propuesta garantiza a la población la supervivencia digna y sostener la estructura productiva durante la emergencia, amenazadas por el desempleo, la pérdida de ingresos y la destrucción de empresas. Busca darles la mano a los hogares pobres y vulnerables del país, a los empleados formales y trabajadores independientes vinculados a actividades laborales vulnerables, aunque no pertenezcan a hogares pobres y vulnerables, así como a las empresas que debieron cerrar su producción y sus ventas”.
La iniciativa está construida sobre dos grandes apoyos:
“1. Un subsidio por valor de un salario mínimo mensual con todas las prestaciones sociales legales ($1.409.000) que se entregaría a 3.5 millones de personas empleadas en actividades formales e independientes vulnerables a la crisis, y
2. Una transferencia de un salario mínimo ($877.000) a los 9.5 millones de hogares pobres y vulnerables que tiene Colombia. Esta medida cubrirá a 31 millones de personas.
La propuesta, en otros términos, concreta una renta básica temporal por implementar en Colombia a lo largo de un trimestre.
Como es conocido, por decretos y comunicaciones oficiales, la destinación de ayudas financieras por el gobierno nacional tiene como preocupación central extender la mano a los grandes empresarios, inyectarles liquides, facilitarles créditos de diverso tipo, además de autorizarles acudir al recurso de vacaciones individuales o colectivas anticipadas de los trabajadores. ¿De dónde se sacarán los recursos necesarios a mediano plazo para financiar la propuesta liderada por esta coalición de congresistas?
El documento señala: “para financiar el programa deberán provenir de una reforma tributaria estructural, por lo mismo progresiva, equitativa y eficiente como lo ordena la Constitución, que elimine beneficios tributarios injustos e innecesarios, aumente el impuesto al patrimonio, los dividendos y la renta de personas naturales de mayor riqueza. Así mismo, contemple la creación de una sobretasa a los sectores beneficiados durante la emergencia, servicios domiciliarios, supermercados, etc. De otro lado, es necesario avanzar en el trámite de créditos con la banca multilateral y la refinanciación de la deuda pública.”
¿Cuáles serían las fuentes de financiación inmediatas de la propuesta?
“1, Ampliar el impuesto al patrimonio;
2.Reasignar gastos del presupuesto nacional: llevar a este plan de urgencia los recursos de transferencias monetarias existentes;
3. Reducir los gastos de funcionamiento que no sean indispensables;
4. Los recursos de proyectos aplazables y los cancelados como consecuencia de la emergencia;
5. Los recursos disponibles en el FOME (en particular, los recursos de los títulos de solidaridad);
6. El recaudo del impuesto solidario COVID-19 creado mediante el Decreto 568 del 2020;
7. Suspender con efecto inmediato los beneficios tributarios aprobados en la Ley 2010 de 2020, Ley de Crecimiento Económico; y
8. Solicitar un crédito directo al Banco de la República, garantizado en reservas internacionales, en desarrollo del artículo 373 de la Constitución Política”.
Con la expectativa de alcanzar un acuerdo nacional “[…] que permita a las dos ramas del poder trabajar de la mano para superar las amenazas y el daño que trae a la nación la pandemia COVID-19”, quienes lideran esta propuesta llaman a integrar “[…] una comisión compuesta por miembros de los partidos a los cuales pertenecen los senadores firmantes de la presente proposición para que se reúna a la mayor brevedad con el Gobierno nacional a presentarle la ‘Propuesta Económica: el Estado como garante de la vida digna de la población y el sostenimiento de la economía’ “. Y enfatizan: si el acuerdo nacional resulta imposible, “[…] los senadores y senadoras que suscribimos la presente proposición seguiremos adelante con nuestra función legislativa y, en virtud de lo dispuesto en el artículo 215 de la Constitución Política, la presentaremos como iniciativa legislativa en el propósito de modificar y adicionar disposiciones contenidas en los decretos legislativos expedidos por el gobierno al amparo de la Emergencia Económica declarada el pasado 16 de marzo, así como de nuevos decretos que pueda expedir el gobierno al amparo de otras declaraciones de emergencia en el marco de la actual crisis originada en la pandemia COVID-19, los cuales se encuentran sometidos a la revisión del Congreso”.
La iniciativa liderada por esto 48 congresistas es posible y viable, como lo hemos anotado en desdeabajo a través de distintas propuestas presentadas a la opinión pública desde el momento mismo en que la pandemia covid-19 también fue declarada en nuestro país. Para desdeabajo la crisis desatada debe ser asumida como una oportunidad para ahondar relacionamientos sociales, profundizar solidaridades y fraternidades, así como para levantar una alternativa ante lo estatal.
La crisis abre una oportunidad para los de abajo. Otra democracia, directa, radical, plebiscitaria, es posible. Actuemos en consecuencia.
Leave a Reply