Fecode y los retos que enfrenta en lo gremial y pedagógico, en una sociedad en transformación producto de la cuarta revolución industrial en marcha son aspectos que nos entrega esta entrevista con su Secretario General el profesor Luis Edgardo Salazar Bolaños.
desdeabajo–da–. Estamos con el profesor Luis Edgardo Salazar Bolaños, secretario general de Fecode. Muchas gracias por atendernos. Queremos, para quienes leen el periódico desdeabajo, abordar como primer asunto el ciclo que acaba de terminar de renovación de la dirección sindical, ¿qué nos puede contar al respecto?
Luis Edgardo Salazar –LES–. El Comité Ejecutivo de Fecode estatutariamente tiene que elegirse cada cuatro años; la Asamblea ordinaria de la Federación sesionó en la ciudad de Cali a finales del año pasado y determinó como fecha para la nueva elección el 26 de mayo. En efecto, se atendió el mandato de la Asamblea, se convocó a elecciones y hoy tenemos un nuevo Comité Ejecutivo integrado por 15 compañeras y compañeros.
Interesante decir que hay una integración en el mismo de dirigentes de todas las regiones del país, así como una composición con un número muy representativo de compañeras y la incursión de los maestros del 1278, que es el estatuto más reciente que rige la profesión docente.
Nuestro Comité funciona con equipos de trabajo, hay un equipo que se articula con el Centro de Estudios e Investigación Docente –Ceid–, otro que asume la escuela de formación sindical, de Genero e inclusión, uno que trabaja lo correspondiente con Derechos Humanos, otro más que asume el área de recreación, cultura y deportes, como otro encargado de prensa y propaganda entre algunos de los que podemos referenciar.
Nuestro Comité Ejecutivo, depende de una Junta Directiva Nacional en la que participan y sesiona con delegados oficiales del todo el territorio nacional; tanto el Comité Ejecutivo como la Junta Directiva Nacional obedecen a una estructura superior jerárquica que es la Asamblea General de Delegados, que estatutariamente ahora tiene que sesionar cada dos años
da. El marco que nos ha presentado, en su organización por Comités de trabajo, me permite preguntar por el nexo entre el trabajo de los maestros de formación básica y de la media con el proyecto del gobierno del presidente Petro de hacer que la Universidad sea un derecho para los jóvenes. Por ello, ¿cómo enfrentan esa discusión ustedes y cuáles son las iniciativas –si las hay– en esa dirección, o cuál es el estado de arte en este particular?
LES. Defender la educación pública es un objetivo histórico de Fecode, y la defendemos en todos sus niveles, desde el preescolar, la básica, la media y por supuesto, la educación superior.
Si hacemos un poco de historia reciente de los acuerdos firmados entre Fecode y el Gobierno Nacional, encontramos que siempre defendemos el preescolar de tres grados, en el entendido que tiene que articularse esta población de tempranas edades a la escuela oficial. Con esto señalamos que hay población en edad y con deseos que no esta en el sistema oficial educativo se debe hacer una articulación estratégica con Bienestar Familiar, con las madres comunitarias, igual articularlas como profesionales de apoyo pedagógico para que puedan estos chicos estar en la escuela oficial.
Se está radicando en el Congreso de la República el proyecto de Ley Estatutaria de Educación, que impactará la educación primaria, la básica y la secundaria, la media y la media técnica, así como a las Escuelas Normales. Esto se da para contraponernos a la tesis de que la educación debe ser un servicio esencial, y así ponerla al mismo nivel que un servicio público, como corresponde con agua, luz, gas. Con la reforma debe garantizarse, a su vez, un amparo financiero potente, lo que nos anima a impulsar la lucha por el Sistema General de Participaciónes –SGP–, con lo cual el Estado tiene que asumir su responsabilidad social y constitucional de administrar y financiar directamente la educación pública.
No sobra decir que quien pretenda hoy asumir una reforma educativa en todos sus niveles tendría que liderar, primero, un debate abierto para poner la educación pública en una conversación nacional, para lo cual hay escenarios como los foros municipales y departamentales educativos, las juntas municipales, departamentales, distritales y nacional de educación, que pueden activarse y convertirlos en escenarios de discusión y de interés nacional, para construir una propuesta educativa desde los territorios y no desde los escritorios. Abrir, potenciar el debate nacional para recoger lo que están pensando en las regiones sobre la educación.
De así proceder, tendríamos líneas para pensar en una educación con otras pertinencias. También una reforma curricular, con la que, seguramente, aparecerían otros indicadores de lo que quieren nuestros estudiantes desde el colegio, para entendernos en un lenguaje más cercano hacia la Universidad, qué quieren estudiar y qué desean hacer, porque no se trata de ofertar espacios educacionales preestablecidos que no despierten su interés. Un reto por procesar, con lo cual, seguramente las universidades deben tendrán que revisar su oferta educativa. Seguramente, si así avanzamos, podremos quebrar y superar el modelo educativo hoy vigente, que está al servicio de la Ocde, del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por supuesto, tenemos que seguir acompañando la lucha por reformar la Ley 30 de educación superior: nuestros jóvenes se merecen una oportunidad de estudio. Aplaudimos las iniciativas de gratuidad de la educación y de su universalización; queremos hoy que se reconozca la educación en todos sus niveles, como una oportunidad para transformar y para potenciar la vida.
da. Para procesar las líneas gruesas de lo que debería ser este modelo educativo, ustedes tenían citado el Congreso Pedagógico, ¿qué pasó con ese reto?
LES. Sí, estaba planteado para el segundo semestre del 2022, pero no nos dieron los tiempos para sacarlo adelante, el año pasado solamente realizamos un acto conmemorativo de los 40 años del Movimiento Pedagógico.
Pero seguimos comprometidos con ese reto. La actual Junta de la Federación, el nuevo director del Ceid, en su plan de trabajo ya están ambientando, animando y configurando las líneas de trabajo que nos permitan sacarlo adelante y animar la discusión pedagógica, trascendental hoy.
da. Con las transformaciones que está viviendo la actual sociedad el Congreso Pedagógico es un imperativo y no debe sufrir más aplazamientos. Tomando en cuenta esto, me gustaría saber si estos asuntos están siendo abordados en el Ejecutivo de Fecode, además de abordalos el CEID en sus instancias regionales y nacional.
LES. Bueno, ahora hay una nueva dinámica. Somos de la tesis de que en el gobierno del cambio hay que conjugar la propuesta con la protesta social, y como Federación debemos conjugar la pedagogía y la política, reconociendo que el acto pedagógico es un hecho y un acto político, pero que ha sido un poco subvalorado. En esa labor tenemos una oportundad en el 2024 con motivo de la celebración de los 40 años de existencia de la revista Educación y Cultura.
da. La revista fue producto de un Congreso Pedagógico en Pasto, allí se lograron unos acuerdos que le dieron a la idea del Movimiento Pedagógico una institucionalidad.
LES. Sí, allí ordenaron crear los Ceid tanto nacionales como regionales. y toda la discusión pedagógica de allí desprendida marcó el derrotero para la ley general de educación, eso marcó el derrotero para los derechos del magisterio.
En la editorial de la revista Educación y Cultura número uno dice que estamos “por una nueva opción educativa”, y creo que tal propósito de años atrás cobra vigencia hoy, y ese tiene que ser el compromiso, la discusión pedagógica tiene que avanzar y concretar las líneas gruesas de lo que debe ser una nueva opción educativa.
Y en ese camino existe un inédito ánimo en el Ejecutivo, hay una nueva configuración, hay compañeros centrados y concentrados en discusiones de la pedagogía, los hay con buena formación, con capacidad para hacer una importante contribución, animar y ambientar todo el camino pedagógico, incluso, si se admite el término, proponer líneas para poner en práctica una contra-pedagogía, y sin desarticularse de nuestro proyecto vital institucional: constituir la escuela como un territorio de paz. Entonces, tenemos las condiciones, los tiempos suficientes, la voluntad y la decisión desde la dirección del Ejecutivo para sacar adelante y asumir el Congreso Pedagógico en el menor tiempo posible.
En este mismo orden de ideas, partiendo del nombre que identifica a la revista Educación y Cultura, en este momento en el Ministerio de Culturas avanzan en el tema de un Plan decenal de Cultura, y también existe un documento sobre Plan decenal de Educación y Cultura. Son iniciativas que también consideran su coordinación con el Plan Nacional de Educación, teniendo en cuenta ese nexo cultivado por la revista durante estos 40 años.
El problema de los planes es que someten la educación a metas. Y entonces el afán del funcionario y del Ministerio es cumplir la meta, ejemplo; vamos a meter X cantidad de establecimientos educativos a jornada única, y sobre esa lógica y afán se actúa. Pero para nosotros la meta no es la X si no las garantías, los presupuestos, las plantas físicas, las jornadas, es el currículo, la garantía del transporte escolar, del PAE, también la garantía de los servicios públicos permanentes, de la conectividad, de la convivencia.
da. ¿Planes de espaldas a la realidad…?
LES. A la realidad y al presupuesto. En los planes nacionales, téngase en cuenta, la mayoría hablan de posesionar la educación como el motor de desarrollo de los pueblos, pero la práctica política educativa ha demostrado lo contrario. Usted puede tranquilamente revisar el Acto Legislativo 01 del 2001, frente al cual Fecode sufrió una derrota impresionante muy a pesar de la movilización grandiosa, ahí decidieron en el Congreso quitar la plata pública, transformar los artículos 356 y 357 de la Constitución y producto de ello hoy tenemos un déficit monumental: en estos 22 años le quitaron a la educación pública billones y billones de pesos, las consecuencias de ello están a la vista, como lo permitió constatar la pandemia por covid-19: instituciones educativas totalmente desamparadas, el alumnado sin recursos y apoyos técnicos para poder atender el proceso de aprendizaje. Sobran ejemplos y palabras.
De parte del Estado, sus planes no inciden demasiado en lo curricular y el afán es responder a los compromisos y demandas adquiridas con el FMI, el BM, con la Ocde, compromisos de obligatorio cumplimento ampliados a otros sectores, como salud, pensiones, trabajo. De esta manera el país queda maniatado y no puede desarrollar sus propios escenarios de saberes, solo cumplir con lo impuesto y los conocimientos que quieren las lógicas internacionales, que son las del capital.
da. ¿Estos planes proyectan formar a las nuevas generaciones para la vida?
LES. Nada de eso, que debería ser el centro de la actividad educativa. Con esas exigencias todo queda reducido a formar mano de obra calificada y barata para el empresariado, para el mercado y el capital. Un proceder enmarcado en los resultados de las pruebas Pisa, y Saber 11, con lo cual se ha estimulado una competencia en pos de la supuesta calidad educativa, poniendo al estudiantado a memorizar y resolver ciertos exámenes, pero no mucho más, anulando su capacidad constructiva, propositiva, crítica y transformadora.
da. ¿Sucede algo similar con el Icfes?
LES. Sí. El afán educativo no parece centrarse en estimular y propiciar la reflexión lógica, la comprensión consciente de saberes, sino la memorización y la tensión por sacar un buen puntaje en esta prueba y así acceder a un cupo para ingresar a la Universidad, lo cual no siempre es suficiente pues en muchas ocasiones la falta de recursos económicos en la familia y sus propias realidades les impiden ingresar o seguir estudiando.
La lógica, a la luz de la experiencia, debe ser acabar con este examen, este prerrequisito y diseñar otros mecanismos y medios pedagógicos para acompañar al educando en su decisión de estudio universitario o técnico, o en su vocación investigativa o laboral. Lo fundamental acá es que el Icfes no sea la barrera para impedir que miles cursen sus estudios universitarios.
Estamos en un mundo de cambio, pero parece que esto aún no afecta a nuestros procesos educativos. Por ejemplo, hoy la ciencia de la colapsología nos invita a repensar estos procesos, incluir en la reflexión cotidiana temas no tocados en el currículo oficial, como el calentamiento global, el fenómeno de las migraciones, el manejo del descontrol de las tecnologías, el empobrecimiento, temáticas cada día más cercanos al estudiantado, con familiares migrando, con ellos mismos en riesgo de tener que partir, viviendo las realidades de la inteligencia artificial y todos sus efectos aún no procesados, es decir, una educación más vivencial y con sentido humano.
da. Me parece que esas preocupaciones deben ser el núcleo catalizador de la actividad del magisterio, de su organización sindical. Bueno, pero queda un último tema por plantearle: la salud del magisterio, que también tiene que ver con la salud de la niñez, la infancia y la primera juventud. Sin embargo, ahora dicen que no hay profesionales pediatras porque es una especialización que no es rentable
LES. Me da usted pie para hacer otra reflexión profunda, y esto se lo hemos dicho a los ministerios: hoy tenemos nuevos huéspedes en la educación, hay niños y niñas sobrevivientes del postconflicto, herederos de la pandemia. También están llegando a la institución educativa los niños y niñas del acuerdo de paz, llegarán los hijos de la paz total, sin embargo el currículo es el mismo de años atrás
Pero también están los nini, que no quieren estudiar ni quieren trabajar, una población que algunos los conocen como los exfort, una población que le perdió el sentido al compromiso, no se comprometen con la educación. Pero además está la generación de los millennials, jóvenes, señoritas, niños y niñas, que le perdieron el sentido a la vida. Fíjese en esta nueva complejidad, hay poca autonomía institucional y menos un mutiperspectivismo curricular.
Entonces, uno dice: la salud de los niños está afectada, está deteriorada. Vienen ahí los temas de convivencia, por ejemplo hoy en los colegios son preocupantes la diversidad de acosos, sin embargo persiste una ley la 16/20 de convivencia, que se queda corta. A veces no se entiende que la función del maestro y de la convivencia en la escuela es pedagógica y preventiva; se desconoce lo que dijera Pierre Bourdieu en su cátedra de la reproducción: que la escuela no produce el conflicto, reproduce el conflicto heredado de los desórdenes societales y de los desórdenes familiares.
Es una cruda realidad cotidiana, que dificulta el proceso educativo, el ejercicio pedagógico, mucho más sino está abierto al entorno que viven, y sufren, y del que procede la población estudiantil.
Algo más difícil si, como está sucediendo, no se aborda y encara en la escuela la violencia filio parental. Uno no sabe en qué momento el niño o el joven tomó el control de la familia y el de la casa y se cree con el poder y la autoridad y la opción de decidir sobre toda la familia.
Hay asuntos de estos que los puede asumir y resolver la escuela, pero hay otras líneas de intervención que las tiene que asumir el Estado, porque la convivencia en los entornos de la institución educativa es bastante delicada y complicada y los y las escolares no solamente tienen una afectación al interior de la escuela, sino en sus entornos.
Por todo esto, en el nuevo contrato de salud para el magisterio –el actual va hasta el 31 de octubre– se está hablando no solamente de salud sino del sistema de salud y seguridad social en el trabajo, en el cual se asume lo que dicen los indicadores sobre las afectaciones de salud del magisterio: estrés individual y colectivo, pánico, fobias, intolerancias, bullying, estrés familiares, afectaciones de carácter sensitivo, y muchas más afectaciones complejas que los operadores de salud no consideran ni atienden en debida forma. Como cualquier negociante, como cualquier EPS, lo que les interesa es la ganancia.
A pesar de que nuestro régimen en salud es especial, necesitamos una buena salud en la escuela, ambientes saludables, el Ministerio dice unos entornos protectores; salud mental y salud física, lo que nos permitirá trabajar y acompañar al estudiantado de mejor manera.
da. Bueno, muchas gracias. Creo que quedamos pendientes, porque los asuntos están en curso son temas en desarrollo. Le agradecemos mucho esta conversación, profesor Luis Edgardo.
LES. Siempre será un placer hablar de estos temas educativos, de importancia para las comunidades. En Fecode siempre estaremos atentos y abiertos a cualquier inquietud. Gracias y quedamos atentos a proseguir la conversación.
Suscríbase
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