La interminable desigualdad

Millones luchan contra el hambre en un mundo cada vez más desigual, afirmó António Guterres, secretario general de Naciones Unidas (La Jornada, 3/11/22). Se llegó a 8 mil millones de habitantes en un mundo lleno de tensiones y desconfianza, cuando al hablar de desconfianza, estamos hablando de abandonos; si la madre me abandonó, por equis razones, voy a empezar el proceso de desconfianza. Crisis que se vuelven conflictos traumáticos, generadores de trastornos sicóticos. Imposible calcular el número de traumatizados en el mundo. Mientras, la población de países más ricos tiene una esperanza de vida hasta de 30 años mayor que la de los países más pobres.

“A medida que el mundo se ha vuelto más rico y saludable en las décadas recientes las desigualdades también han avanzado”. De alguna forma, en nuestro país está presente el fenómeno, aunque parece que se redujo la brecha de la desigualdad (la baja se debió a una caída en los ingresos de los más pudientes). Pero pese a esta información, el país sigue con diferencias sociales marcadas. (La Jornada, 16/11/22).

Así por ejemplo, la guerra en Ucrania es una de las causantes de las actuales crisis alimentaria, energética y financiera, golpea con mayor firmeza a las economías en desarrollo. Estas desigualdades afectan sobre todo a las mujeres y a las niñas, y a los grupos marginados que las sufren, sostuvo Guterres.

Además, subrayó que “los países del hemisferio sur se enfrentan a enormes deudas y al aumento de la pobreza y al hambre”. A lo cual llamó “marginación”. Hay una gran diferencia entre la clase baja y los marginados, por otra parte, existe un impacto en la crisis climática, por lo que los países más atrasados tienen pocas posibilidades de intervenir en la ocupación de la pandemia, la transición de las energías renovables y la educación enfocada en la era digital.

“La ira y el resentimiento contra los países desarrollados están llegando a un punto de ruptura”, afirmó Guterres antes de indicar que las divisiones tóxicas y la falta de confianza están provocando retrasos y bloqueos en varios temas, desde el desarme nuclear hasta el terrorismo y la sanidad.

Si en términos conservadores de los 8 mil millones que somos en la actualidad, mil millones viven en la marginación, esto repercute en el resto de la humanidad de manera muy preocupante.

“Un elemento a tomar en cuenta es el mito idealista de la presencia del significado en la mente del hablante tradicionalmente el soporte de una serie de oposiciones valorativas, presencia-ausencia, realidad-apariencia, esencia-accidente, habla-escritura, incluso hombre-mujer. Oposiciones que han regido el pensamiento y la vida de Occidente, desde los griegos al menos; entre ellas, la más evidente será en este caso el habla-escritura. “El propósito primordial de la identificación será desmontarlas (no por cierto, para sustituirlas por las contrarias); su hallazgo es el funcionamiento real del lenguaje. Esto sería una buena razón para que fuese aceptada por los filósofos analíticos, hijos de una tradición lingüística”, sostiene en el prólogo de Márgenes de la filosofía de Jaques Derrida, la filósofa Carmen González Marín de la Universidad Carlos III, de Madri

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Autor/a: José Cueli
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Fuente: La Jornada

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