Bogotá-Caracas-Quito, mayo 15 de 2008
Doctor(a)es:
Carlos Gaviria
Álvaro Leyva
Piedad Córdoba
Luis Eduardo Garzón
Nicanor Restrepo
Sergio Fajardo
Testigos en la nación Doctor(a)es:
Horacio Serpa, Juan Manuel Ospina, Alfredo Beltrán, Antonio Navarro, General (r) Henry Medina, Luis Emiro Valencia, Cmdte. Alfonso Cano, Cmdte. Antonio García, Ana María Gómez, Jorge Reynolds, Orlando Fals, Carlos Lozano, Carlos Rodríguez, Floro Tunubalá, Angelino Garzón, Sacerdote (j) Javier Giraldo, Mayor (r) José Luis Cadena, José Aristizábal, Enrique Santos, Ingrid Betancourt, Antonio Caballero. William Ospina. Gabriel García Márquez.
Testigos en la nación:
Doctor Hernando Gómez Serrano “ Defensor DD.HH. Iván Cepeda “ Profesor Gustavo Moncayo” Doctora Gloria Gaitán “ Maestra Amanda Rincón Suárez “ Escritora Laura Restrepo “ Refugiado Juan Carlos Tanus “ Refugiada Claudia Clavijo “ Señora Consuelo Perdomo “ Académico Víctor Moncayo “ Coronel (r) Guillermo Lora “ Capitán de fragata (r) Gabriel Conde “Teniente (r) Rafael Galeano “ Doctor Daniel García-Peña “ Cabildos del norte del Cauca Jorge Arias “ Cineasta Carlos Álvarez “ Columnista Fernando Garavito” Periodista Patricia Villegas “ Alcalde Mayor Samuel Moreno “ Señor Francisco Bermúdez “ Editor La Otra Verdad Pedro Juan Moreno (“)
Testigos internacionales:
Rafael Uzcátegui, Venezuela “ Douglas Bravo, Venezuela “ Alí Rodríguez, Venezuela “ José Vicente Rangel, Venezuela “ Alexis Ponce, Ecuador “ Pedro Stedile, Brasil “ Frank Pérez, España “ François Houtart, Bélgica “ Adolfo Pérez Esquivel, Nobel “ Blas Pascal Allende, Chile “Ex Cmdte. Pablo Monsanto, Guatemala “ Ahmed Ben Bella, Argelia “ Cuauhtémoc Cárdenas, México “ Stella Calloni, Argentina “ Miguel Bonasso, Argentina “ Rigoberta Menchú, Guatemala “ Roberto Fernández Retamar, Cuba “ Eduardo Galeano, Uruguay “ Jack Lang, Francia “Periodista de Estados Unidos Michael Evans.
Protagonistas sociales de la unidad que crece desde abajo: desde la abstención, el liberalismo raso, el conservatismo sensible, el nacionalismo militar en despunte, el Polo, y las demás vertientes y militancias de grupo o inorgánicas, con memoria y rabia antioligárquica, y de la comunidad exterior como reafirmación de soberanía. Habrá fracturas del oficialismo y sumas de fuerza en la oposición.
Estimados señores y compatriotas Carlos, Álvaro, Piedad, Luis Eduardo, Nicanor, Sergio:
“Tormenta. Angustia. Marginación. Crisis y nostalgia de Constitución (y de Justicia). Estertores de parto […] Son todos: el aire, el momento, el alma yel cuerpo maltrecho del drama colombiano. De un mal tiempo que puede escampar(Carta abierta al doctor Carlos Gaviria Díaz. Del 19 de junio-19 de agosto de2005. Colectivo Colombianos en Venezuela y el exterior 2006: Una Sola Bandera)
Permítanme inclinar cabeza ante ustedes y saludarlos. Reconocer; nadie puede negar cuánto hacen ustedes, desde su ángulo particular, más o menos cada uno, en busca de caminos, encuentros y conversaciones por la paz justa. Pero”
Al hacer registro de todo el espacio e imagen que ustedes disponen para contribuir a la paz “los” fabricantes” y “dueños de la opinión” ya o pronto los ponen a ustedes en los sondeos urbanos y metropolitanos de las precandidaturas presidenciales”,concédanme un minuto, por favor, para hacerles una pregunta:
“¿Se reúnen Ustedes, conversan alguna vez, se indagan y responden entre ustedes acerca del tiempo por correr, necesario, para una “solución política” del conflicto y del fin común que los acerca o identifica, y en relación a una noble y posible acción conjunta que sea un referente legítimo en ciudades y campos que germine o multiplique los puntos de encuentro?
Abrazo y acción que, de hecho y en la noticia y la foto “por qué no decirlo”, pudiera constituir el instante automático de declive y “emplazamiento a Uribe”, lo mismo que a sus alianzas delictivas e internacionales por la guerra. Un ”emplazamiento” que sea el cambio de rumbo, el tramo definitivo y lucero matutino para un país nuevo. En transición democrática y económica. La citapara un “emplazamiento” que convoque a todos los rincones de la Patria, graciasa su voluntad de desprendimiento o a su reelaboración novedosa “ante las vocesque los siguen, aprecian y solicitan” de cada una de sus aceptaciones, logros merecidos o aspiraciones particulares de carrera y jefatura políticas.
Esta es una preocupación y desvelo que, además del saludo que merecen, trasmito a ustedes:
“ Los ocupantes de las sillas de la primera línea, y a ustedes:
“ invitados de lastres filas siguientes. Testigos por el favor a esta Colombia injusta.
Como servicio de todos ustedes para una Colombia que convulsa sin alivio. Con menos dolor en la ciudad que en los campos, dentro de un cruce de violencias en pro yen contra del poder. La primera:
“cómoda, afortunada con el sesgo informativo y de utensilio de “guerra psicológica” que cumplen los grandes medios,
“derivada de la geopolítica de halcón, que, para desventura del mundo, predomina en la Casa Blanca y
“con el palco Very Important Person del gran narcotráfico y el paramilitarismo: Protegido, soterrado, con la hipocresía de cuello blanco y los carros, quintas y grandes haciendas de lujo o agroindustria, con banca nacional, notarías, instituciones financieras y paraísos fiscales internacionales a la vista, para la compra y el lavado de activos. Con el dispositivo complementario de un Alto Mando que no es favorable a la paz, sí a la intervención extranjera, al pláceme con los mercenarios internacionales y los parainstitucionales con poder político nacional, regional y local en aumento, urbanizados a bolsillo lleno. Y como si fuera poco, con la privatización de la seguridad en calles y residencias, con el ingrediente nuevo de revalorización del peso durante el actual gobierno y el aditamento de la amenaza y riesgo inmenso para el crecer de la inconformidad y la oposición urbana.
Hecha la inicial pregunta vital para la salud de nuestra Patria, prosigo en busca de su reflexión conjunta, estimados compatriotas y amigos. Ustedes, todos.
Hoy, Colombia tiene rotos los bordes de la Ley. Hechos añicos. Porque allá arriba, el loor paramilitar se asienta al por mayor y en gran parte de las instituciones y los poderes del Estado, con la valerosa excepción de los magistrados con moral y personeros de la Libertad. Entonces, en un país con los zapatos sueltos, es tarea urgente encordonarlos con todas las formas de grito, silencio, pasado y llanto. Amarrarlos, con el cordón, la ética y la estética de una “unidad nacional” sin viejas mañas ni cálculo de prebendas, con la mira estratégica de poder y de gobierno para una paz estable. Ese sentir profundo, esa visible ansiedad de todos los que esperan o acuden a escucharlos a ustedes, en cada una de sus obras y denuedos, sea en el territorio, sea más allá de la frontera.
Un anhelo de paz justa y estable que para reverdecer reclama de ustedes el cimiento de un “liderazgo mayúsculo”. Necesidad inmediata más nacional que electoral y ojalá sin demora. De un liderazgo “al parecer colectivo, de atracción e integración ciudad-campo” que en su palabra y método comunique y convoque a la mayoría del país por la restauración moral y democrática de la Nación. Liderazgo en el cual ustedes, sin consultar con nadie, ponen más que un grano de arena. Arquitectura. Una vez acompasados, con sus manos levantadas y entrecruzadas ya, son ustedes el hormigón, el concreto, la piedra, para desterrar la vieja república que padecemos, y refundar otra ley e instalar misericordia en la Casa de Nariño.
Más ahora, cuando los inviernos crudos de un 2008-2010 “a sangre y fuego” con Uribe II y de guerra III (mal sea por una segunda reelección, mal sea la continuidad non sancta de Francisco y Juan Manuel) hacia 2010-2014, sólo podrá aplacarlos un otoño o una primavera de “poder, de gabinete nacional y de gobierno” sustitutos, con base en dos necesidades:
– La paz necesita reconocimiento de territorios desobedientes, poder y gabinete. La paz justa pregunta: ¿Quién le pone el cascabel al gato y lo ofrece ala insurgencia como precondición para su cese de fuego?
– Que la próxima elección presidencial con la voluntad de ustedes posea un candidato único, y de este modo se convierta en un plebiscito por la paz inmediata. En un SÍ festivo por una Gran Coalición de Ustedes Por la Esperanza o un NO de trágicas consecuencias. En un SI para un gobierno con una diaria acción estructural social y de justicia, desprovisto de ambigüedad para detener y fraccionar la verticalidad político-financiera-militar por la guerra, con decisión y mandato pleno para la única víspera de la paz justa: el cese multilateral de fuegos y, de los mecanismos internacionales TLC y “Plan Colombia” de intervención contra nuestro desarrollo endógeno y nuestra autonomía y soberanía nacionales. Mecanismos éstos que protegen una minoría de 2.428 dueños de la tierra en disfrute de 44 millones de hectáreas, mientras1,3 millones minifundistas poseen o arriendan apenas 345 mil hectáreas.1
Esbozo, ruta ésta para el advenimiento de la paz justa que, permítanme decir, la saca y la reubica de la creencia común, y del mensaje mediático, de arribo mediante una mesa de desarme y desmovilización, un mecanismo del pasado, enterrado en forma definitiva por el poder que Uribe representa, con su Ley 472, y el sello de fábrica de un Estado cómplice con sus sostenes de San José de Realito, así no pueda evitar contradicciones ni desmarcar extradiciones.
Vueltos al comienzo, hasta hoy, construir y acatar un gran liderazgo de “unidad nacional”, ausente, sin suma de ámbitos, con freno en su papel motor; para convocar la voluntad mayoritaria de la Nación; parece un escollo difícil de resolver. Mientras la nación tropieza, perdura una circunstancia estructural, cultural, derivada del monopolio oligárquico del poder y del conflicto: el fraccionamiento cultural y económico entre ciudad y campo. Con su propuesta común, ustedes pueden superarlo.
En la mira de celebrar en paz justicia y libertadlos 200 años del Grito de Independencia, el paso acompasado de ustedes subsanaría el vacío de un referente legítimo y plural, y el impacto de los diversos sentimientos “como el del 6 de marzo” con su contenido político y nacional recuperado en la calle, se extendería veloz. Sin ustedes, en el magisterio de una “unidad nacional” “con todos” no es posible la derrota de la guerra, de la exclusión, del analfabetismo, de la mortalidad infantil, del desempleo y la pobreza, esa que sólo los pobres están capacitados para comprender la vergüenza de la pobreza, mayor que la vergüenza del peor de los pecadores [“] Para los pobres que han sido pobres durante siglos, la nobleza del trabajo honrado es una leyenda. Sus virtudes los conducen a la humillación y la vergüenza. (La mamma. Mario Puzo. Círculo de Lectores, p. 11).
Muchas gracias por sus minutos de atención
Atte: Ómar Roberto Rodríguez
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