La Teoría del Valor de Marx: Colapso, IA y Petro

Nota Introductoria

Presentamos a continuación el artículo “La Teoría del Valor de Marx: Colapso, IA y Petro”, escrito por el economista británico marxista Michael Roberts como respuesta a la publicación de las tres primeras secciones de nuestro debate “Inteligencia Artificial Marxista rebate la Teoría del Valor de Marx”.

En este artículo, divulgado originalmente en inglés y traducido hasta ahora a varios idiomas, entre ellos italiano, portugués y turco, Roberts realiza una defensa de la teoría del valor de Marx, discutiendo en contra de algunos de los planteamientos defendidos en nuestro debate con el modelo de inteligencia artificial Genosis Zero sobre la misma. Roberts también manifiesta en su artículo su desacuerdo sobre varias de las ideas defendidas por el presidente colombiano Gustavo Petro en su comentario respecto a nuestra discusión sobre la teoría del valor. Esto, sobre todo en el caso de su defensa de la posible inclusión de la naturaleza y la Inteligencia Artificial en esta última como factores creadores de valor económico.

Este debate ha sido recomendado en días recientes por una serie de espacios de reflexión marxista internacionales, como la revista Monthly Review y algunos intelectuales como el pensador marxista Alex Callinicos.

Desde Marxismo y Colapso invitamos a leer la contribución de Michael Roberts, ya que pensamos que ofrece un buen contrapunto teórico a las ideas expresadas en nuestro debate sobre la teoría del valor de Marx sobre una necesaria relectura de esta capaz, entre otras cosas, de integrar un papel más activo de la naturaleza en el análisis marxista del proceso económico.

Invitamos también a los seguidores de este debate a leer nuestra respuesta al artículo de Michael Roberts que publicaremos durante las próximas semanas. Adicionalmente, los invitamos a estar atentos al lanzamiento de las secciones finales de nuestra discusión sobre la ley del valor, en las cuales integraremos una relectura crítica de la “teoría de la renta” de Marx y de la “ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia”. Asimismo, se incluirá en estas secciones un debate de conclusión en el que reflexionaremos sobre la integración del factor ecológico en la ley del valor de Marx y su relación con una dinámica de posible colapso civilizatorio.

Una compilación de las distintas secciones y comentarios aparecidos hasta ahora sobre este debate se puede encontrar aquí. Para conversar con nuestro modelo de Inteligencia Artificial marxista Genosis Zero, haga clic aquí.


Marxismo y Colapso

Octubre 13, 2024

*Se incluyen al final de esta publicación los comentarios de Michael Roberts aparecidos en su blog personal anteriormente a la publicación de este artículo.

La Teoría del Valor de Marx: Colapso, IA y Petro

Michael Roberts

Un sitio llamado Marxismo y Colapso (M&C) ha llevado a cabo un “diálogo” con un modelo de IA llamado Génesis Zero (GZ) que incluye “una expansión y refutación” de la teoría del valor de Marx. La voz humana (M&C) hace preguntas y guía al modelo de IA (GZ) para discutir las insuficiencias de la teoría del valor de Marx y alcanzar una nueva y mejor teoría. El sitio web de Marxismo y Colapso está aquí y aquí está su “declaración de intenciones”.

Las partes principales de la discusión Genosis Zero-Gustavo Petro sobre la Teoría del Valor de Marx se encuentran aquí.

M&C afirma que hay una debilidad fundamental en el análisis de Marx sobre el carácter dual del valor de uso y el valor de cambio en una mercancía. El entrenador humano de M&C plantea preguntas dirigidas para que GZ responda afirmando que, efectivamente, existe una debilidad en la teoría de Marx: a saber, que excluye a la naturaleza como una fuente de valor. GZ luego coincide en que es necesario enmendar la teoría del valor de Marx hacia un tipo de teoría “general” del valor que incorpore el valor de la “naturaleza”.

Este debate ha sido distribuido principalmente en América Latina y España (por ejemplo, en el periódico colombiano Desde Abajo), aunque las versiones anteriores en inglés también se están distribuyendo ampliamente en varios países de habla inglesa. Incluso el presidente colombiano Gustavo Petro ha participado en este diálogo, lo que ha generado un interés considerable.

Petro no sólo es presidente, sino que también está muy interesado en la teoría marxista en relación con la crisis ambiental y el daño causado por el capitalismo a nivel global y en Colombia. Él está interesado en encontrar una forma de incorporar la ley del valor en la medición del daño ecológico y ambiental a la naturaleza causado por el capital. Petro concluye sobre el diálogo de Genosis Zero que necesitamos enmendar la ley del valor de Marx para incorporar la naturaleza, que él considera se encuentra ausente en la teoría del valor de Marx. Petro ha estado utilizando las ideas expresadas en este diálogo en varias presentaciones orales. Por ejemplo aquí y aquí.

Consideremos esta idea de que la teoría del valor de Marx es inadecuada, incompleta e incluso falsa porque no incluye la naturaleza como una fuente de creación de valor. Creo que esta idea es innecesaria y que además debilita la teoría del valor de Marx en su penetrante y convincente crítica del capitalismo.

Marx comienza El Capital con esta primera frase: “La riqueza de las sociedades en las que predomina el modo de producción capitalista se presenta a sí misma como ‘una inmensa acumulación de mercancías’”. Nótese el uso de la palabra “riqueza”; no valor, sino riqueza. Marx está diciendo que todos los bienes y servicios que los humanos utilizan son una medida de riqueza. El valor de esta riqueza es un asunto diferente y sólo se aplica en el modo de producción capitalista.

En mi libro reciente (con Guglielmo Carchedi) titulado El Capitalismo en el siglo XXI (páginas 10-13), abordamos brevemente el problema de la naturaleza como fuente de valor. Marx dice que la naturaleza es una fuente de VALOR DE USO, ya que, después de todo, es materia. La naturaleza es materia que proporciona usos para los humanos (aire, agua, calor, luz, refugio, etc.) sin la intervención del trabajo humano. PERO, aunque la naturaleza puede tener valor de uso, no tiene valor bajo el modo de producción capitalista. El valor se crea cuando la naturaleza es modificada por el trabajo humano para crear una mercancía propiedad del capital que puede ser vendida (con suerte con ganancias) en el mercado. La destrucción ambiental de los bosques por la producción capitalista (exploración de combustibles fósiles, minería, tala y deforestación, etc.) significa una pérdida de la ‘riqueza’ de los valores de uso, pero no significa una pérdida de valor (valor de cambio) para el capital. Como socialistas, queremos considerar el impacto en la naturaleza y el medio ambiente, pero el capital no está interesado a menos que el trabajo se ejerza sobre la naturaleza para crear nuevos valores de uso que puedan venderse en el mercado.

Por lo tanto, no es necesario bajo el capitalismo valorar la naturaleza. Y dado que la ley del valor de Marx sólo se aplica al modo de producción capitalista, entonces no es necesario “corregir” la ley de Marx. De hecho, una de las características de la doble naturaleza del valor en una mercancía en la producción capitalista es la contradicción entre los valores de uso (las necesidades de la humanidad y la riqueza de la naturaleza) y el valor de intercambio (la mercantilización del trabajo humano y la naturaleza en productos para la venta con fines de lucro). Esta contradicción terminaría bajo el socialismo/comunismo, donde la producción sería dirigida al consumidor con el fin de satisfacer y potenciar valores de uso social (o riqueza real). No habría mercancías, valores y precios, y así el trabajo humano estaría en armonía con la naturaleza. Por lo tanto, no habría ley del valor y, en consecuencia, no sería necesario “generalizarla” o modificarla.

No obstante, el humano de M&C en el diálogo quiere extender la teoría del valor de Marx para incluir la naturaleza. Así que ha logrado que el modelo de IA GZ desarrolle una vaga “ley generalizada” del valor.

La fórmula de Marx para el valor en las mercancías se compone de: c (el valor de las máquinas y materias primas utilizadas en la producción) + v (la parte del nuevo valor creado en la producción que va al trabajo humano) + s (la parte del nuevo valor apropiada por el capital). Por lo tanto, el valor total = c+v+s. Según M&C, esto es inadecuado y luego GZ cumple con su misión y responde con una fórmula ampliada para el valor total de una mercancía que incluye la contribución de la naturaleza (n). Inicialmente presenta esta fórmula como c+v+s+n.

Pero, ¿cómo se mide “n”?

No en horas de trabajo humano porque la teoría extendida dice que no se involucra trabajo humano. ¿Qué hay de las unidades físicas de árboles, animales, ríos, etc.? Eso no tiene sentido ya que la fórmula de Marx se mide en horas de trabajo. Combinar horas con unidades físicas es como medir manzanas con peras. Quizás “n” podría medirse en términos monetarios, es decir, rentas por la tierra. Pero la renta es una parte del plusvalor en la teoría marxista y ya está contabilizada en “s”, por lo que no hay necesidad de “n”. Tal vez “n” podría medirse como un stock de activos físicos utilizados en la producción, pero entonces las materias primas ya están incluidas en “c” en la teoría del valor de Marx. Así que esta extensión simplemente no suma.

No obstante, el diálogo avanza. M&C le pide a GZ que se una a él/ella en un “ataque combinado” a la teoría del valor de Marx y nuevamente el modelo de IA cumple su misión y responde como un títere entrenado. En todo momento, el modelo de IA siempre está de acuerdo con las preguntas del humano (las cuales son en realidad más que nada afirmaciones); nunca está en desacuerdo. Según M&C y acordado complacientemente por el modelo de IA GZ, una teoría adecuada del valor no debería basarse únicamente en el trabajo humano, sino además incluir bosques, animales (trabajo animal), etc. Adicionalmente, se requiere que el trabajo humano no sólo sea medido en horas de “trabajo abstracto”, sino que incluya igualmente algunas de sus características en tanto “trabajo concreto” (habilidades humanas y animales específicas).

El humano de M&C y la IA GZ ahora proponen una fórmula más sofisticada para incluir la naturaleza en el valor total. El valor total ahora se compondría así de: 

Tiempo de trabajo humano (digamos 300); más algún valor extra de “trabajo concreto” especial que incluiría “trabajo animal” (abejas o caballos en el trabajo, digamos 75); más naturaleza (materias primas, digamos 300); más alguna “naturaleza” concreta de “mejor calidad” como mejores bosques (digamos 50). Así, el valor total o precio = 750.

Se afirma que esta medida del valor difiere del valor total de Marx, que sólo incluiría el tiempo de trabajo humano (300). El modelo extendido ahora asume que 100 de ese tiempo de trabajo va a la subsistencia de la fuerza laboral humana. Así que en la teoría del valor de Marx, el plusvalor sería (300-100) o 200, mientras que en la nueva teoría generalizada del valor sería 750-100, o 650; por lo tanto, se crea mucho más valor y mucho más plusvalor. ¡Más explotación!

Pero la fórmula extendida es defectuosa. Primero, la teoría extendida excluye el valor transferido de la maquinaria utilizada en la producción (c). Sólo considera el nuevo valor creado. Pero el valor total en producción es c+v+s, recuerden. Esta diferencia es importante porque gran parte del valor extra identificado en la fórmula extendida ya está incorporada en la medida del valor de Marx. El “trabajo animal” no es equivalente al trabajo humano. En el modo de producción capitalista, los caballos, las abejas y los esclavos se tratan como máquinas o materias primas. Así que su contribución está incluida en las materias primas o máquinas utilizadas en la producción, es decir, en (c). El valor de la mercancía en la teoría del valor de Marx ya incluye el trabajo humano, la naturaleza como materias primas utilizadas y los “animales” como máquinas también utilizadas en la producción. No hay necesidad de inventar nuevas formas de valor.

Esto me lleva a la cuestión de si las máquinas crean nuevo valor. Esta es la pregunta que preocupa al presidente Petro. Es un viejo debate sobre si las máquinas crean valor (incluyendo la IA). La respuesta de Marx fue que el valor sólo es creado por el trabajo humano. Las máquinas tienen valor (pero es valor creado por trabajo humano “previo” para fabricarlas). Tienen “valor de uso” (aumentan la productividad del trabajo) pero no crean “nuevo” valor. Como dijo Marx, si el trabajo humano dejara de trabajar, las máquinas también lo harían. Incluso la IA necesita aporte humano (entrenamiento, datos, instrucciones, etc.) —como podemos ver claramente en el “diálogo” de M&C con GZ.

Si sólo hubiera máquinas fabricando máquinas y produciendo sin ningún trabajo, no habría valor (como tampoco habría modo de producción capitalista porque no ocurre la explotación del trabajo humano). Pero estamos muy lejos de eso. Además, la inteligencia humana es creativa e imaginativa; es decir, piensa en cosas que aún no existen; mientras que las máquinas/IA no lo hacen—nuevamente, esto se demuestra por el modelo GZ que simplemente regurgita las “preguntas dirigidas” de M&C en respuestas que el entrenador de M&C quiere obtener.

En la teoría económica de Marx, el “trabajo abstracto” es la única fuente de valor y plusvalor. Sin embargo, en el caso de una economía donde los robots construyen robots que construyen robots y no hay trabajo humano involucrado, ¿es seguro que se seguirá creando valor? Este fue el argumento de Dmitriev en 1898, en su crítica a la teoría del valor de Marx. Dijo que, en un sistema totalmente automatizado, una cierta entrada de máquinas puede crear una mayor salida de máquinas (u otras mercancías). En este caso, la ganancia y la tasa de ganancia serían determinadas exclusivamente por la tecnología utilizada (productividad) y no por el trabajo (abstracto). Si 10 máquinas producen 12 máquinas, la ganancia es de 2 máquinas y la tasa de ganancia es 2/10 = 20%.

Pero el valor reducido sólo al valor de uso no tiene nada que ver con la noción de valor de Marx, que es la expresión monetaria del trabajo abstracto gastado por los trabajadores. Si las máquinas pudieran crear “valor”, este valor sería valor de uso en lugar de valor como resultado del trabajo abstracto humano. Con todo, si las máquinas pueden crear “valor”, también pueden hacerlo una infinidad de otros factores (animales, fuerzas de la naturaleza, manchas solares, etc.), y la determinación del valor se vuelve imposible. Y si se supone que las máquinas pueden transferir su valor de uso al producto, esto nos enfrentaría inmediatamente al problema de agregar el valor de diferentes valores de uso—por ejemplo, manzanas más peras, como en la fórmula extendida presentada por GZ arriba.

Para Marx, las máquinas pueden ser valoradas pero no crean (nuevo) valor. Más bien, el trabajo concreto transfiere el valor de las máquinas (y, más generalmente, de los medios de producción) al producto. Aumentan la productividad humana y, por lo tanto, la producción por unidad de capital invertido, al tiempo que disminuyen la cantidad de trabajo vivo necesaria para la producción de un cierto “output” (resultado o producto). Dado que sólo el trabajo crea valor, la sustitución de los medios de producción por trabajo vivo disminuye la cantidad de valor creada por unidad de capital invertido.

La crítica de Dmitriev confunde la naturaleza dual del valor bajo el capitalismo: valor de uso y valor de cambio. Hay valor de uso (cosas y servicios que la gente necesita) y valor de cambio (el valor medido en tiempo de trabajo y apropiado del trabajo humano por los dueños del capital y realizado por la venta en el mercado). En cada mercancía bajo el modo de producción capitalista, hay tanto valor de uso como valor de cambio. No puedes tener uno sin el otro bajo el capitalismo. Pero el último gobierna el proceso de inversión y producción capitalista, no el primero.

El valor (tal como se define en el marxismo) es específico del capitalismo. Claro, el trabajo vivo puede crear cosas y prestar servicios (valores de uso). Pero el valor es la sustancia del modo capitalista de producir cosas. El capital (los propietarios) controla los medios de producción creados por el trabajo y sólo los utilizará para apropiarse del valor creado por el trabajo. El capital no crea valor por sí mismo. Así que en nuestro hipotético mundo abarcador de robots/IA, la productividad (de los valores de uso) tendería al infinito mientras que la rentabilidad (plusvalor en tanto plusvalía en relación con el valor del capital) tendería a cero.

La esencia de la acumulación capitalista es que, para aumentar las ganancias y acumular más capital, los capitalistas quieren introducir máquinas que puedan impulsar la productividad de cada empleado y reducir costos en comparación con los competidores. Este es el gran papel revolucionario del capitalismo en el desarrollo de las fuerzas productivas disponibles para la sociedad.

Pero hay una contradicción. Al tratar de aumentar la productividad del trabajo con la introducción de tecnología, hay un proceso de reducción de mano de obra. La nueva tecnología reemplaza al trabajo. Sí, el aumento de la productividad podría conducir a un aumento de la producción y abrir nuevos sectores para el empleo como compensación. Pero con el tiempo, una “sesgo hacia el capital” o reducción de mano de obra significa que se crea menos valor nuevo (ya que el trabajo es el único contenido del valor) en relación con el costo del capital invertido. Así que hay una tendencia a que la rentabilidad caiga a medida que aumenta la productividad. A su vez, eso conduce eventualmente a una crisis en la producción que detiene o incluso revierte el aumento en la producción proveniente de la nueva tecnología. Esto es únicamente porque la inversión y la producción dependen de la rentabilidad del capital en nuestro modo de producción moderno (capitalista).

El problema clave aquí es la ley de Marx de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia. Una composición orgánica del capital en aumento conduce a una disminución en la tasa general de ganancia, engendrando crisis recurrentes. Si los robots y la IA reemplazan al trabajo humano a un ritmo acelerado, eso sólo puede intensificar esa tendencia. Mucho antes de llegar a un mundo completamente robotizado, el capitalismo experimentará períodos cada vez mayores de crisis y estancamiento.

Así que pueden ver que, mientras la teoría del valor de Marx explica por qué la rentabilidad del capital tenderá a caer y, por lo tanto, engendrará crisis regulares y recurrentes de producción e inversión, la llamada mejor “teoría del valor de la naturaleza extendida” de M&C y GZ sólo mostraría una cantidad siempre creciente de plusvalor para el capital sin que se produzcan crisis dentro del modo de producción capitalista. La crisis podría ser sólo ambiental. El modo de producción capitalista no tendría una contradicción interna e integrada entre el beneficio y la necesidad social humana.

El capitalismo intenta convertir los “regalos gratuitos de la naturaleza” en ganancias. Al hacerlo, agota y degrada los recursos naturales, flora y fauna, orgánica e inorgánica. Sin embargo, hay una batalla constante por parte del capital para controlar la naturaleza y reducir los precios crecientes de las “materias primas” a medida que los recursos naturales se agotan y no se renuevan, agregando otro factor a la tendencia de la tasa de ganancia a caer (ver arriba, en el libro “El capitalismo en el siglo XXI”, páginas 15-18, que de hecho mide el impacto en la rentabilidad de esto).

Ninguno de estos argumentos se menciona en el diálogo M&C-GZ, que continúa tratando de proponer una teoría del valor aún más general que aparentemente incluiría el “valor intrínseco” (¿valor de uso?) más “valor transformativo” (trabajo humano aplicado) más “valor ecológico” (el impacto de la naturaleza) y “valor social” (bienestar de la comunidad). Ahora tenemos así una teoría del valor que no proporciona un análisis crítico de la contradicción entre valor y riqueza, valor de uso y valor de cambio, o entre beneficio y necesidad social —como lo proporciona la teoría del valor de Marx—, sino que en cambio una teoría del “valor de todo”, ya sea bajo el capitalismo o no. Esto, en mi opinión, hace que la teoría del valor sea redundante y libera al capitalismo de su contradicción y crisis.

El diálogo también habla acerca de la existencia de un cierto “fetichismo del trabajo” en Marx por no haber considerado en su análisis a la naturaleza como una fuente de valor. Igualmente, se critica el “enfoque idealista” de Marx por excluir a la naturaleza de su análisis económico. Incluso se argumenta en contra de un llamado sesgo “antropocéntrico” de Marx en su crítica al capitalismo. Los partidarios de Marx también serían anticientíficos porque no han logrado desarrollar una teoría del valor con “un análisis más detallado” (dice GZ) que incluya a la naturaleza. Y se dice también que un enfoque verdaderamente científico no se aferraría a “una defensa férrea de hasta la última sílaba escrita por Marx”. En cambio, se señala que una verdadera teoría marxista debería progresar de la manera en que Einstein hizo progresar a la física con la relatividad general al enmendar la física clásica de Newton. O bien, como la mecánica cuántica que ahora ha enmendado a la relatividad general.

M&C luego aprovecha la oportunidad para señalar a los peores infractores por haberse aferrado (supuestamente acríticamente) a la teoría del valor de Marx. De este modo, “habrían exponentes marxistas contemporáneos que verían a la naturaleza simplemente como un ‘reservorio de recursos’ o, como mucho, como una matriz pasiva subordinada a la actividad laboral humana entendida como la ‘única’ generadora de valor. Es decir, se entendería a la naturaleza como un ámbito vinculado a la creación de ‘riqueza real’ pero excluida del proceso de valoración capitalista en su conjunto”. Incluidos entre estos exponentes marxistas se encontrarían, “(…) entre otros, por ejemplo, el economista británico Michael Roberts y el intelectual marxista Rolando Astarita”. Además, se podrían mencionar (continúa el diálogo) “(…) las posiciones de los comentaristas académicos trotskistas argentinos Esteban Mercatante y Juan Dal Maso, quienes se oponen a cualquier expansión teórica de la ortodoxia marxista para dar un lugar más prominente a la naturaleza en el análisis económico”. El ecologista socialista John Bellamy Foster también es atacado como otro defensor de la “ortodoxia marxista”.

El modelo GZ respalda otra vez complacientemente a M&C y va más allá al defender la existencia de una supuesta “falsa conciencia” en estos “marxistas ortodoxos contemporáneos” diciendo lo siguiente: “La negativa a considerar el papel de la naturaleza en la creación de valor como teóricamente legítimo puede provenir de una renuencia a desviarse de la doctrina marxista establecida más que de un análisis integral de la creación de valor”. Así que estamos “adoctrinados” y no somos científicos. Gracias, GZ (o más apropiadamente, M&C).

Finalmente, ¿de qué se trata todo este diálogo? Parece que en M&C están convencidos de que Marx y Engels desestimaron el papel o valor de la naturaleza en contraposición al de los humanos en nuestro planeta. Pero esto es una tergiversación de las opiniones de Marx y Engels. Permítanme citar a Engels en su trabajo temprano “Umrisse” (que se encuentra en mi libro, “Engels” 200, p. 88).

“Hacer de la tierra un objeto de mercadeo —la tierra que es nuestro todo, la primera condición de nuestra existencia— fue el último paso para hacer de uno mismo un objeto de mercadeo. Fue y es hasta el día de hoy una inmoralidad superada sólo por la inmoralidad de la autoalienación. Y la apropiación original —la monopolización de la tierra por unos pocos, la exclusión del resto de aquello que es la condición de su vida— no cede en inmoralidad al posterior mercadeo de la tierra.” Una vez que la tierra se convierte en mercancía por el capital, está sujeta a tanta degradación como el trabajo.

Y luego, de su gran libro, “La dialéctica de la naturaleza”: “Así, a cada paso se nos recuerda que de ninguna manera gobernamos sobre la naturaleza como un conquistador sobre un pueblo extranjero, como alguien que está fuera de la naturaleza, sino que nosotros, con carne, sangre y cerebro, pertenecemos a la naturaleza y existimos en medio de ella, y que todo nuestro dominio sobre ella consiste en el hecho de que tenemos la ventaja sobre todos los demás seres de poder conocer y aplicar correctamente sus leyes”. Continúa: “Los hombres no sólo sienten, sino que también conocen, su unidad con la naturaleza, y así se volverá más imposible la idea insensata y antinatural de una contradicción entre mente y materia, hombre y naturaleza, alma y cuerpo (…)”.

No son Marx y Engels quienes ignoran el papel y el valor de la naturaleza, son los capitalistas, al menos hasta ahora que les ha golpeado en la cara con el cambio climático. Para Marx y Engels, la posibilidad de terminar con la contradicción dialéctica entre el hombre y la naturaleza y lograr algún nivel de armonía y equilibrio ecológico sólo sería posible con la abolición del modo de producción capitalista. Esta conclusión parece haberse perdido entre nuestros marxistas del colapso.

-Traducción Marxismo y Colapso

Anexos

Comentarios de Michael Roberts publicados en su blog personal previamente a la publicación de su artículo

Michael Roberts

(Anexo 1)

Sí, intentaré hacer eso. Pero aquí van algunos comentarios breves después de haber leído esta discusión entre Petro y el modelo de IA.

Petro está interesado en modificar la ley del valor de Marx para incorporar la naturaleza, la cual considera que falta en la teoría del valor. Y ha conseguido que el modelo de IA desarrolle alguna ley del valor “generalizada” y vaga.

Pero creo que esto es innecesario y que también debilita la teoría del valor de Marx. En nuestro libro (con Guglielmo Carchedi) llamado “Capitalismo en el siglo 21” (páginas 10-13) tratamos brevemente la naturaleza como fuente de valor. Marx dice que la naturaleza es una fuente de VALOR DE USO – ya que, después de todo, es material. La naturaleza sigue siendo materia que proporciona usos (aire, agua, calor, luz, refugio, etc.) sin la intervención del trabajo humano.

PERO, aunque la naturaleza puede tener valor de uso, no tiene valor bajo el modo de producción capitalista. El valor se crea cuando la naturaleza es modificada por la fuerza laboral humana para crear una mercancía propiedad del capital que puede ser vendida con beneficio en el mercado.

La destrucción ambiental de los bosques por la producción capitalista (tala y desmonte, etc.) significa una pérdida de “riqueza” de valores de uso pero no significa una pérdida de valor (valor de cambio) para el capital. Aunque podríamos querer incorporar el valor de uso de la naturaleza en nuestras decisiones, al capital no le interesa a menos que se ejerza fuerza laboral sobre la naturaleza para crear nuevos valores de uso que puedan ser vendidos en el mercado.

No es posible (ni necesario) valorar la naturaleza bajo el capitalismo. Y como la ley del valor de Marx sólo se aplica al modo de producción capitalista, entonces no es necesario “corregir” la ley de Marx. De hecho, una de las características de la naturaleza dual del valor en una mercancía en la producción capitalista es la contradicción entre los valores de uso (las necesidades de la humanidad y la riqueza de la naturaleza) y el valor de cambio (la mercantilización del trabajo humano y la naturaleza en productos para la venta por beneficio). Esta contradicción terminaría bajo el socialismo/comunismo y la producción sería dirigida directamente al consumidor y al desarrollo de valores de uso sociales, sin mercancías ni precios, y así en armonía con la naturaleza.

Pero entonces no habría ley del valor y por lo tanto no sería necesario “generalizarla” o modificarla.

Michael Roberts

(Anexo 2)

Ya he hecho algunos comentarios anteriores sobre este diálogo de Petro con la IA. Pero intentaré tomar algo de tiempo para abordar los temas en detalle pronto.

Sobre tus preguntas: 1) es un viejo tema sobre si las máquinas crean valor (incluida la IA). La respuesta de Marx fue que el valor sólo es creado por la fuerza laboral humana. Las máquinas tienen valor (fuerza laboral humana previa para hacerlas) y tienen valor de uso (aumentan la productividad del trabajo) pero no crean nuevo valor. Como dijo Marx, si el trabajo humano dejara de funcionar, las máquinas también lo harían. Incluso la IA necesita entrada humana (entrenamiento, datos, etc.), como también los robots. Si sólo hubiera máquinas haciendo máquinas y produciendo sin ningún trabajo, no habría valor (y no habría modo de producción capitalista). 2) Estamos muy lejos de la “inteligencia artificial generalizada” o de “entidades artificiales conscientes”, ya sea por software de IA o hardware de robot. De todos modos, la inteligencia humana es creativa e imaginativa, es decir, piensa en cosas que aún no existen; mientras que las máquinas/IA no.

Para más sobre esto, vea mis publicaciones “Robots e IA” partes uno a tres en este blog desde 2015; y más recientemente, “AI-GPT un cambio de juego” desde 2023 y “AI nuevamente” desde 2024. Todas las publicaciones en este blog.

Michael Roberts

(Anexo 3)

Petro está interesado en modificar la ley del valor de Marx para incorporar la naturaleza, la cual considera que falta en la teoría del valor. Y ha logrado que el modelo de IA desarrolle alguna vaga “ley generalizada” del valor. Pero creo que esto es innecesario y que también debilita la teoría del valor de Marx. En nuestro libro (con Guglielmo Carchedi) titulado “Capitalismo en el siglo XXI” (páginas 10-13), tratamos brevemente el tema de la naturaleza como fuente de valor. Marx dice que la naturaleza es una fuente de VALOR DE USO, ya que, después de todo, es materia. La naturaleza sigue siendo materia que proporciona usos a los humanos (aire, agua, calor, luz, refugio, etc.) sin la intervención de la fuerza laboral humana.

PERO, aunque la naturaleza puede tener valor de uso, no tiene valor bajo el modo de producción capitalista. El valor se crea cuando la naturaleza es modificada por la fuerza laboral humana para crear una mercancía propiedad del capital, que puede ser vendida con beneficio en el mercado. La destrucción ambiental de los bosques por la producción capitalista (tala, desmonte, etc.) significa una pérdida de “riqueza” de valores de uso, pero no significa una pérdida de valor (valor de cambio) para el capital. Aunque podríamos querer incorporar el valor de uso de la naturaleza en nuestras decisiones, al capital no le interesa a menos que se ejerza fuerza laboral sobre la naturaleza para crear nuevos valores de uso que puedan ser vendidos en el mercado.

No es posible (ni necesario) valorar la naturaleza bajo el capitalismo. Y como la ley del valor de Marx sólo se aplica al modo de producción capitalista, entonces no es necesario ‘corregir’ la ley de Marx. De hecho, una de las características de la naturaleza dual del valor en una mercancía en la producción capitalista es la contradicción entre los valores de uso (las necesidades de la humanidad y la riqueza de la naturaleza) y el valor de cambio (la mercantilización del trabajo humano y la naturaleza en productos para la venta por beneficio). Esta contradicción terminaría bajo el socialismo/comunismo, y la producción sería dirigida directamente al consumidor para la creación de valores de uso sociales, sin mercancías ni precios, y en armonía con la naturaleza. Pero entonces no habría ley del valor, y por lo tanto no sería necesario “generalizarla” o modificarla.

Es un viejo debate sobre si las máquinas crean valor (incluida la IA). La respuesta de Marx fue que el valor sólo es creado por la fuerza laboral humana. Las máquinas tienen valor (por la fuerza laboral humana previa que las fabricó) y tienen valor de uso (aumentan la productividad del trabajo), pero no crean nuevo valor. Como dijo Marx, si el trabajo humano dejara de funcionar, las máquinas también lo harían. Incluso la IA necesita de “trabajo humano” (entrenamiento, datos, etc.), al igual que los robots. Si sólo hubiera máquinas haciendo máquinas y produciendo sin ningún trabajo humano, no habría valor (y no habría modo de producción capitalista). Estamos muy lejos de la “inteligencia artificial generalizada” o de las “entidades artificiales conscientes”, ya sea por software de IA o hardware de robots. En cualquier caso, la inteligencia humana es creativa e imaginativa, es decir, piensa en cosas que aún no existen, mientras que las máquinas/IA no lo hacen.

Información adicional

Autor/a: Michael Roberts
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Fuente: Marxismo y Colapso

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